En mayo pasado, la insistencia del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa al ministro de Economía de aquel entonces, Martín Guzmán, de que subiera el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias dio sus frutos. Allí, el piso pasó a los $280.792, y desde entonces se mantiene en ese número. Pero, mientras tanto, la inflación no dio tregua. Por eso, con el objetivo de que los aumentos paritarios no se licúen en el incremento de precios, el actual ministro anunció otra suba del mínimo.

Nuevo piso. Según informó Massa en las últimas horas, el mínimo no imponible de la cuarta categoría de trabajadores en relación de dependencia quedará “por arriba de los $330.000” brutos mensuales a partir del próximo 1° de noviembre. El número exacto será definido por AFIP, a cargo de Carlos Castagneto, en función del cierre de las últimas negociaciones paritarias. Así, queda por definir si se tomará en cuenta el Ripte –variación de salarios formales– de junio, julio o agosto para el cálculo.

La palabra de Massa. "La modificación del Mínimo No Imponible (MNI) está decidida, lo vamos a subir a partir del 1° de noviembre y va a estar arriba de los $ 330.000, para garantizar que lo que ganan los trabajadores no lo pierdan con el impuesto a las Ganancias", planteó el ministro en diálogo con Radio Rivadavia. Asimismo, adelantó que esta semana habrá una reunión entre el Ejecutivo, los sindicatos y las autoridades del Palacio de Hacienda “para terminar de ordenarlo”.

Beneficiados. El último mes pagaron Ganancias alrededor de 1 millón de personas. En caso de no actualizarse el mínimo no imponible, en diciembre habría cerca e 1,3 millones de trabajadores alcanzados por el tributo. Si el MNI llega cerca de los $340.000 –como evalúa el ministro–, pasarían a ser menos de 800.000 personas. En tanto, cerca de 200.000 argentinos y argentinas se verían beneficiados.

CGT. El sindicalista Héctor Daer, uno de los cotitulares de la Confederación General del Trabajo (CGT), expresó la palabra oficial de la central obrera en sus redes sociales. “Desde la CGT recibimos con agrado la decisión del compañero ministro. Los trabajadores son el motor fundamental de la economía; cuidar su salario tiene que ser prioridad", celebró el gremialista.

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Bono social. Desde la asunción de Massa, las críticas del kirchnerismo han sido mucho más leves de lo que fueron contra Guzmán, pese a la profundización del programa de austeridad económica. En las últimas semanas, creció el reclamo interno de alguna medida para los sectores más postergados. Por ello, el ministro informó que están ultimando los detalles de una iniciativa que “les dé la oportunidad a las personas de más vulnerabilidad de acceder a un refuerzo alimentario". Según sus palabras, apuntará a “adultos sin ningún ingreso, ni trabajo, ni planes, ni ninguna asistencia”. A su vez, precisó: “Aspiramos a asistirlos de acá a fin de año a través de un bono, se lo está terminando de pulir junto a ANSES”.

Ahora 30. También adelantó que esta semana se comunicará un nuevo programa para comprar televisores de 50, 55 y 58 pulgadas con tecnología 4K, aires acondicionados y celulares alta gama a 30 cuotas con una tasa de interés que sea la mitad a la actual (es decir, a 37,5% anual). La medida busca incentivar el consumo, en este caso, en función de la aproximación del verano y del Mundial Qatar 2022.

Precios fijos. El dato de la inflación 6,2% en septiembre fue otro golpazo nominal para el Gobierno. Pero si se mira la foto entera, lo que se ve es –por el momento– una lenta desescalada. “Es el segundo mes consecutivo en el que baja la inflación, pero es un número que todavía no me conforma”, expresó Massa tras conocerse el último IPC. Además, reconoció que no cree en los congelamientos de precios como mecanismo; pero, al mismo tiempo, anticipó que buscan “ponerle precio a los artículos de consumo masivo; es un trabajo conjunto de Comercio con más de 20 empresas de consumo masivo”.