La novela sobre la vuelta de Ángel Di María a Rosario Central llegó a su fin, con el cierre que los hinchas canallas no querían escuchar. El presidente de la entidad, Gonzalo Belloso, explicó que el jugador "no siente las garantías de seguridad para su familia", por lo que decidió continuar su carrera en Europa. 

Además, reveló que "Fideo" comunicó su decisión una vez finalizada la Copa América con la Selección argentina y confirmó que es un "caso cerrado". 

"La vuelta de Angelito es o fue un sueño para todos los hinchas de Central. A lo largo de este último año, creció la idea de que él venía, fuimos haciendo muchas cosas en conjunto y creíamos que estábamos en un gran momento para recibirlo", comenzó explicando Belloso en diálogo con Radio AM 1230 de Rosario. 

Siguiendo la misma línea, aclaró que debido a las reiteradas amenazas "comenzó a poner en duda la posibilidad de venir" porque "no se sentía seguro" y que "iba a tomar una decisión una vez terminada la Copa América". 

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"El sábado me dijo que no va a volver al club porque no siente las garantías de seguridad ni para él ni su familia. Nos duele porque lo queríamos y respetamos muchísimo su decisión. Es un caso cerrado", remarcó. 

Por último, explicó que el exjugador del Real Madrid "no pidió jugar cuatro meses ni dos años". "Este último tiempo pensó en regresar pero no se convencieron de eso. Nosotros pudimos contarle nuestras propias experiencias, tuvimos amenazas de todo tipo: verbales, críticas en mi casa, en lo de mi suegro, en lo de mi mamá. No quiero decir que todo el mundo tiene que hacer como yo", sentenció. 

A lo largo del último tiempo, Di María y su familia recibieron amenazas de todo tipo en la ciudad santafesina de Rosario. 

A fines de mayo, un mural en homenaje al delantero había sido vandalizado después del partido en el que Rosario Central perdió ante Peñarol por la Copa Libertadores, lo que desencadenó en la eliminación del equipo de Miguel Russo. Horas más tarde, balearon una estación de servicio, en la que dejaron una nota que decía "te estamos esperando", bajo la firma de "Los Rosarinos".

Previamente, en marzo de este año, la familia fue intimidada en la localidad de Funes, situada a pocos kilómetros de su ciudad natal, a través de un escrito que fue arrojado por un auto en la entrada del country donde se hospeda el jugador cuando visita a sus allegados.

"Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque si no le cagamos matando un familiar. Ni (Maximiliano) Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos", indicó el cartel, en referencia a Di María y al gobernador santafesino.