En la previa de la final de la Copa Libertadores de este sábado y un día después de haber sido emboscados por la barra de Fluminense y posteriormente reprimidos por la Policía, miles de hinchas de Boca coparon este viernes las playas de Copacabana para protagonizar un multitudinario banderazo azul y amarillo en apoyo al equipo que dirige Jorge Almirón, quien calificó de “histórica” la manifestación, llevada a cabo sin incidentes.

Ante la atenta mirada de los policías, los hinchas xeneizes, que siguen llegando a Río de Janeiro en grandes oleadas, se congregaron casi en el mismo sitio donde el jueves fueron sorprendidos por un ataque organizado de los ultras del Flu, quienes los agredieron y robaron sus pertenencias, según señalaron los simpatizantes de Boca y las autoridades diplomáticas argentinas en Brasil.

El banderazo se desarrolló con normalidad, y en momentos en que Almirón y el delantero uruguayo Edinson Cavani ofrecían una rueda de prensa e instaban a los hinchas de los dos equipos a disfrutar la fiesta que mañana se vivirá en el estadio Maracaná, la sede de la final entre Boca y Fluminense, lo que horas antes habían hecho los presidentes de ambos clubes, Jorge Ameal y Mario Bittencourt.

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“Te copamos Río” y “en Río de Janeiro vamos a ganar”, fueron los hits del día, lo mismo que los cánticos dedicados a River, en una jornada calurosa en la que no faltaron, además de las camisetas y banderas de Boca, la cerveza, el fernet y las caipirinhas.

Así, en un clima festivo, se disipó la tensión por las agresiones sufridas por los hinchas boquenses en los días anteriores, con epicentro este jueves, cuando los simpatizantes acusaron a la Policía de liberar la zona para permitir el ataque de los barras de Fluminense.

A diferencia de estos episodios, para esta jornada se incrementó la presencia policial y los cientos de agentes destinados al operativo se limitaron a rodear a los hinchas para prevenir incidentes.

Almirón se mostró sorprendido por la que definió como “una de las manifestaciones más grandes de la historia”, lo mismo que Cavani, quien expresó, asimismo, que el de este sábado será “el partido” de su vida. 

En el mítico Maracaná, Boca buscará su ansiado séptimo título de la Copa Libertadores, marca que solo tiene Independiente, mientras que Fluminense intentará coronarse por primera vez en el máximo torneo continental de clubes.