A dos días de la final de la Copa Libertadores que Boca y Fluminense jugarán en Río de Janeiro, barras del equipo carioca emboscaron este jueves a hinchas xeneizes en las playas de Copacabana, en unos incidentes que concluyeron con una violenta represión policial que dejó varios heridos y cuatro detenidos, todos argentinos, quienes horas más tarde recuperaron su libertad.

Según declararon simpatizantes de Boca a los medios argentinos que viajaron para la cobertura del partido decisivo, que se disputará el próximo sábado en el estadio Maracaná, el ataque sincronizado de los hinchas del conjunto brasileño se produjo en el Fan Fest organizado por la Conmebol ante la pasiva mirada de la Policía, que minutos después reprimió a los hinchas xeneizes con balas de goma y gases lacrimógenos, y arrestó a cuatro de ellos.

Fuentes del Consulado argentino en Río de Janeiro confirmaron a la agencia Télam los dichos de los hinchas de Boca e incluso la titular de esa sede diplomática, Ana Sarrabayrouse, explicó que los enfrentamientos se desataron cuando los barras del Flu “intentaron echar de la playa” a los simpatizantes auriazules.

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"Estábamos tranquilos después de hacer un banderazo y llegaron muchos hinchas de Fluminense corriendo hacia la playa. Empezaron a pegar e incluso a robar", dijo Felipe Rodrigues, un brasileño que acompañaba la fiesta de los argentinos.

Otros dos hinchas de Boca, con heridas visibles en las piernas y en los brazos, comentaron a ESPN que la agresión fue “violentísima” y uno de ellos denunció el robo de su celular y de la mochila en la que guardaba dinero y todos sus documentos.

Un barra de Fluminense publicó la agresión a un hincha de Boca (Video: @Barras_LATAM).

Para los hinchas, el ataque estuvo organizado, duró no más de 10 minutos y contó con la complicidad de la Policía, que “liberó” la zona, lo que fue corroborado por los periodistas argentinos presentes en el lugar.

Los canales de televisión difundieron decenas de videos que mostraron el ataque e incluso varios integrantes de “los sobranada”, como se denomina a la barra de Fluminense, se filmaron dirigiéndose a la emboscada y luego agrediendo a los hinchas de Boca.

Mientras la Conmebol, a través de un comunicado, repudió “los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de la final” y llamó a “los hinchas de Fluminense y de Boca a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que da el fútbol”, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, se manifestó “indignado por el accionar irracional de la Policía”.

Scioli negó que los hinchas auriazules estuvieran protagonizando disturbios en la playa cuando fueron agredidos. “Para nada. Como simpatizantes del fútbol lucían sus camisetas y banderas, mientras palpitaban la final. Había un evento en la playa, fueron atacados por los barras (del Flu) y vino la Policía y actuó de manera brutal”, destacó el embajador en declaraciones a radio La Red.

El funcionario exigió “mayor firmeza” a la Conmebol y aseguró que está en contacto con la Policía y con los dirigentes de Boca y de la AFA para prevenir nuevos hechos violentos. “Espero que no se llegue al punto de tener que postergar el partido”, enfatizó.

Por la noche continuaba la tensión en las calles de Río, donde el viernes los hinchas de Boca protagonizarán un multitudinario banderazo en el Sambódromo de Marques de Sapucaí, a unos 15 minutos de Copacabana, en el que se prevé la presencia “solidaria” de hinchas de Flamengo, el máximo rival de Fluminense.

El de este jueves fue el segundo episodio violento registrado en esta ciudad con simpatizantes xeneizes, que han empezado a copar Río desde el comienzo de esta semana.

El martes, miembros de una facción de la barra de Fluminense atacaron a una pareja de hinchas argentinos, también en Copacabana, en un hecho en el que fueron detenidos tres brasileños.

El Consulado argentino, que cifró en más de 100 mil los hinchas de Boca que llegarán a la segunda ciudad más poblada de Brasil, informó que su número telefónico para atender emergencias es +55 (21) 984760444.