Desde el inicio de la cuarentena, a causa de la pandemia, se han derrumbado los números de donantes de sangre en el país.

Bancos y sanatorios registran entre un 70% y 80% menos del stock necesario para realizar cirugías, atender a personas en condiciones críticas por accidentes, o a pacientes hematológicos que están con un tratamiento crónico.

En el Hospital Alemán de la Ciudad de Buenos Aires, la especialista en hemoterapia e inmunohematología Miriam Méndez (MN:114480) señaló a El Canciller, que "las donaciones han disminuido porque las personas tienen miedo a estar en contacto con un hospital". Ni bien se implementó el aislamiento obligatorio, el porcentaje comenzó a disminuir con el paso de los días.

Además del temor generalizado por la falta de información, se suman los controles estrictos y la carencia de autorizaciones para este tipo de casos. El técnico en hemoterapia, a cargo de la coordinación operativa de la Fundación Hematológica Sarmiento (Fuhesa), Fernando Alvez (MN: 568/ MP: 098) indicó a este medio que "la concurrencia cayó entre un 40% y 50%".

De hecho, precisó que al comenzar con el aislamiento, atendían a 200 donantes por día. Luego, en la primera semana pasaron a 180, y a partir de la segunda directamente a 60. "

Imagen archivo. Se registran pérdidas de hasta 70% y 80% de donantes por la cuarentena. Foto: Prensa Hospital Alemán.
Imagen archivo. Se registran pérdidas de hasta 70% y 80% de donantes por la cuarentena. Foto: Prensa Hospital Alemán.

Tanto el Alemán como la Fuhesa confirmaron que era previsible esta situación, por lo que comenzaron a generar reservas para evitar desabastecimientos de sangre. Al respecto, Alvez remarcó que "la sangre no se fabrica, solo se obtiene de una persona a otra".

Sin embargo, no todos los bancos y clínicas tienen la misma infraestructura para mantener el aprovisionamiento necesario. Por este motivo, Méndez aseguró que las asociaciones de hemoterapia "están en contacto con el Ministerio de Salud para que se exceptúe a las personas que quieran donar y no tengan trabas". En este sentido, agregó que se emiten certificados para que puedan tener un respaldo y de este modo, evitar la detención al transitar.

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El coordinador de Fuhesa calculó que "si el 3% de la población del país diera sangre de forma voluntaria no habría desabastecimiento". De todas formas, el pánico colectivo puede llegar a ser más contagioso que el propio coronavirus.

Prevención para allanar el camino

Antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase al Covid-19 como una pandemia, los centros y hospitales ya habían tomado las precauciones necesarias para evitar cualquier infección.

En el Hospital Alemán, asignan turnos para que la gente no tenga que aguardar en conjunto en la sala de espera. Aunque los profesionales de la salud estén dentro de una institución hospitalaria, no tienen contactos con pacientes de ningún tipo.

Por otra parte se agregaron controles adicionales en lo que se refiere a seguridad e higiene. En especial en lo que se refiere al lavado de manos tanto en el donante como en el técnico. A su vez, añadieron preguntas al cuestionario habitual sobre viajes que hayan realizado o si han tenido contacto con viajeros.

En la Fundación Sarmiento, Alvez replicó que "está confirmado que el virus se contagia transportado por la saliva". Por este motivo, tomaron medidas extras como la limpieza periódica de las áreas por las cuales podrían transitar los voluntarios.

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Al mismo tiempo, desarrollaron una zona de triage (triaje). Durante la preselección, toman la temperatura y realizan preguntas relacionadas a una posible exposición al Covid-19. "Ante un caso sospechoso, separamos a la persona, la entrevistamos y le pedimos que venga en otro momento", resumió.