Plan Nacional de Salud Mental: un anuncio necesario pero ¿incongruente?

Tras más de dos años de pandemia, el Gobierno nacional anunció un plan para el tratamiento de los trastornos de salud mental. La iniciativa busca plantear una estrategia federal para las patologías mentales y “consumos asociados”. Según informó el presidente Alberto Fernández, cuenta con el apoyo de Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Unicef. 

Acompañado por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, el primer mandatario anunció la puesta en marcha de una “estrategia global y federal” para tratar los problemas asociados a la salud mental y vinculó el incremento en las consultas con la irrupción del COVID-19 y su impacto social: “La pandemia generó estrés, miedo y mucho sufrimiento", afirmó.

“Los datos muestran que hubo un aumento notable en los pedidos de asistencia en la salud mental y crece en el mundo la preocupación por los suicidios”, sostuvo el primer mandatario.

Además, Fernández comentó que “durante muchos años la salud mental fue un tema tabú y ya no puede seguir siéndolo” y aseguró que con la implementación de las nuevas medidas se busca lograr la recuperación emocional y psicológica de la población, tras dos años de pandemia.

¿Qué mejoras fueron anunciadas? 

• Ampliación de las redes de telemedicina para facilitar el acceso al tratamiento.

• Creación e implementación de una línea telefónica 0800 para la atención de urgencias las 24 horas.

• Creación de un programa para la prevención al suicidio.

• Duplicación del presupuesto actual del área con un fondo extraordinario de 4000 millones de pesos.

• Financiación para que los hospitales puedan crear guardias interdisciplinarias para la atención de la salud mental.

• Fortalecimiento de la atención en salud mental en todas las jurisdicciones del país.

¿Qué repercusión tuvo el anuncio? 

En diálogo con El Canciller, el psicólogo Luciano Grasso, exdirector Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud, manifestó que "previo y durante la pandemia no ha habido una consideración de la necesidad de generar políticas públicas para atender cuestiones de salud mental acorde a la magnitud del problema". "La gente que tiene problemas de salud mental normalmente no tiene la atención que merece, no hubo una ponderación de esta cuestión y se discontinuaron las líneas estratégicas trazadas desde la gestión anterior para dar cumplimiento a la Ley de Salud Mental", sostuvo. 

El psicólogo resaltó que "es valorable y necesario que la máxima autoridad nacional haga mención a estos problemas de salud y a su vez realice anuncios de acciones en la materia. En este sentido, destaca la importancia de que se mencione "desde las altas esferas de decisión política el compromiso de creación de dispositivos de cuidados de la urgencia y guardias interdisciplinarias las 24 hs, la implementación de telemedicina para realizar interconsultas profesionales, la ampliación de botiquines del REMEDIAR en el primer nivel de atención, y el fortalecimiento de la Ley de Prevención del Suicidio, entre otras medidas".  

No obstante, el tandilense sostiene que "la Ley de Salud Mental establece que los hospitales monovalentes no pueden existir más dado que vulneran los derechos humanos de las personas con padecimientos mentales". En ese marco, le preocupa que el Presidente no haya dicho absolutamente nada sobre el cierre de los hospitales psiquiátricos. "Hay señales que muestran que el gobierno nacional ve con agrado la continuación de los hospitales monovalentes, lo cual va en contra de la Ley 26.657 sancionada con unanimidad en el año 2010", expresó. 

En ese sentido, Grasso destaca que "es inédito el anuncio de una duplicación presupuestaria en salud mental por parte de un presidente, lo cual es muy positivo". De todos modos, es cauto: "hay que esperar que se cumpla y se efectivice, esto lo pongo en duda ya que sería algo opuesto a lo que viene demostrando el Gobierno nacional en materia de salud mental". Por último, el especialista afirm que "si se analizan los presupuestos, se evidencia que hay en los últimos dos años una reducción fuerte en los fondos de la Dirección Nacional de Salud Mental, lo cual es incongruente con lo anunciado estos días".