La causa en la que se investiga si existió un direccionamiento de la obra pública vial en Santa Cruz hacia las empresas de Lázaro Báez durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner avanza según lo dispuesto. Sin embargo, la Vicepresidenta jugó en la mañana de este lunes una nueva carta: realizó un pedido de recusación del fiscal y uno de los jueces, además de la nulidad del proceso entero, donde además de ella –juzgada por asociación ilícita y fraude al Estado– hay otros 12 imputados.

Recusación. A partir de una nota en Página 12, donde en distintas fotos se los ve al fiscal Diego Luciani y al juez Rodrigo Giménez Uriburu como compañeros de un equipo de futbol amateur –llamado Liverpool– participando de un partido en la quinta de Los Abrojos, propiedad de Mauricio Macri, la exmandataria anticipó el domingo por la noche que presentaría un pedido de recusación por su vínculo personal. “El Poder Judicial argentino apesta”, tuiteó.

El requerimiento fue presentado por su abogado, Carlos Beraldi, en la mañana del lunes, justo antes de que se reanudara el juicio oral y la cuarta audiencia –de nueve– del alegato del fiscal, que la semana acusó a la expresidenta de liderar “una de las matrices de corrupción más extraordinarias que se hayan desarrollado en el país”.

Respuesta de los recusados. Tanto Luciani como Giménez Uriburu se opusieron a la recusación. Ambos tendrán 24 horas para responder los planteos en su contra. El fiscal pidió exponer sus argumentos de formar oral para aportar “transparencia” al proceso, y ya fue habilitado para ello. El juez, por su parte, lo hará por escrito. Ellos no niegan compartir equipo de fútbol ni haber jugado en la quinta de Macri –incluso contra él–. Sin embargo, alegarán que no son amigos entre ellos y que no tienen ningún tipo de relación con el exjefe de Estado. Además del pedido de CFK, otras defensas, como la de Julio De Vido –a través de su abogado Maximiliano Rusconi– acompañarán la recusación en las próximas horas.

La decisión del Tribunal. Pese a los pedidos, el tribunal decidió que la cuarta audiencia se desarrolle con normalidad. Entre sus opciones, tiene la de rechazar in limine –es decir, sin analizar– la presentación. A su vez, puede aceptarla y suspender las audiencias durante horas o incluso días. En el caso de no aceptarla, Beraldi podría apelar la decisión a la Cámara Federal de Casación Penal, que la trataría en paralelo al desarrollo del juicio o, en caso de que así lo disponga, con las audiencias paralizadas.

Posible reemplazo. Lo paradójico es que, si el pedido de recusación es finalmente aceptado –y los apuntados son recusados– quien ingresaría como reemplazo al tribunal sería la cuarta jueza, Adriana Palliotti, que es la única de las magistradas que votó a favor de realizar el juicio en la causa Hotesur-Los Sauces, un expediente ya cerrado.