A días de la fecha de caducidad indicada en el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) que instó al Congreso a dictar una nueva ley para definir la composición del Consejo de la Magistratura, el Senado activó el trabajo parlamentario para darle media sanción a la reforma. Sobre la mesa, varios proyectos de distintas fuerzas políticas y con diferentes composiciones para el órgano de control del Poder Judicial.

De dónde venimos

En diciembre del año pasado, el Máximo Tribunal declaró la inconstitucionalidad la ley de 2006 –con paradójicamente Cristina Fernández de Kirchner como autora–, que definía la configuración actual del organismo del Estado, de 13 miembros. Así, los cortesanos dieron un plazo hasta el 15 de abril de 2022 para sancionar una nueva ley. En aquel entonces, el Ejecutivo presentó un proyecto en ese sentido, pero acto seguido aparecieron otros de la oposición y aliados al oficialismo.

Desde las 16 de este jueves comenzó el plenario de las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales –ambas presididas por dos senadores que en la última sesión votaron en contra del FMI: Oscar Parrilli y Guillermo Snopek respectivamente–. Allí expusieron el ministro de Justicia, Martín Soria; el viceministro Juan Martín Mena, y el presidente del Consejo, Alberto Lugones.

En ambas comisiones, el oficialismo posee la mitad más uno de los integrantes; pero, como se trata de una Cámara en la que no poseen mayoría si no es con el acompañamiento de sus aliados, como el rionegrino Alberto Weretilneck –autor de otro de los proyectos–, esperan llegar a consensos con los legisladores de otras fuerzas. La propuesta del Gobierno, en tanto, propone ampliar los 13 miembros a 17 y agrega el factor de la paridad de género en la mesa del órgano de control.

La iniciativa opositora

En el caso de Juntos por el Cambio (JxC), existían varios documentos, pero todos fueron abreviados en el presentado anoche en nombre de la Mesa Nacional de la coalición, e inspirado en el de la senadora radical Silvia Giacoppo, también integrante del Consejo. El texto de la oposición propone mantener los 20 integrantes originales previos a la modificación de 2006 y que en el organismo exista un miembro en representación de la CSJN, aunque no con la condición excluyente de que lo presida.

En este último punto se encuentra la principal negativa de los sectores alineados al Instituto Patria. En diálogo con El Canciller, Giacoppo opinó: “La Corte Suprema tiene que estar. Sino, con el criterio del kirchnerismo, tampoco deberían estar los jueces”. En ese sentido, fundamentó: “El Consejo administra los recursos, pero quien los otorga es la propia Corte. Es la que conoce dónde es necesario poner más o menos recursos. Es importante su presencia”.

Sobre la participación del Máximo Tribunal, en JxC aseguran que no están dispuestos a ceder un centímetro. Así, la senadora jujeña de la UCR anticipó: “Sabemos que no va a haber consenso, que va a primar y van a llevar al pleno el jueves que viene el proyecto del oficialismo del Senado”. La última aclaración no es casual: en Diputados el FDT tiene otro proyecto en paralelo.

El plenario a contrarreloj

"El Congreso está obligado a legislar bajo presión. El fallo de la CSJN es una extorsión sin precedentes y pone en jaque la división de poderes. Es un acto político extorsivo", expresó Soria durante su exposición en comisión, en sintonía con las críticas de los últimos meses por parte del espacio que tiene a la vicepresidenta como jefa política. “Hay una descalificación pública, sabida a todas voces, del propio ministro de Justicia”, señaló Giacoppo respecto al rechazo del kirchnerismo al Máximo Tribunal, y después agregó: “Si el ministro promueve una marcha destituyente y descalificando a la Corte, es obvio que por allí pasa la negativa”.

Silvia Giacoppo, senadora de Juntos por el Cambio por la provincia de Jujuy e integrante del Consejo de la Magistratura.
Silvia Giacoppo, senadora de Juntos por el Cambio por la provincia de Jujuy e integrante del Consejo de la Magistratura.

Sin embargo, además de la discusión política de fondo, hay una cuestión formal que alarma al Gobierno, que es que si no se llega a un acuerdo entre oficialismo y oposición para que se sancione una nueva ley, la actividad judicial podría quedar congelada. Algo que Soria calificó durante su exposición como “una tragedia institucional en Argentina: la parálisis del Consejo de la Magistratura”. Aun así, la postura aún lado y otro de la grieta se mantiene inmóvil. “Nosotros vamos a presentar un proyecto de minoría”, precisó Giacoppo, que da por sentado que el FDT conseguirá el dictamen.

El reencuentro de los oficialismos

Tras lo caldeada que quedó la situación entre los sectores alineados a Alberto Fernández y Cristina Kirchner con la votación dividida del bloque del FDT en un tema tan sensible como la autorización para el refinanciamiento de la deuda externa argentina, fueron pocas las señales y gestos de acercamiento en la última semana, por no decir: ninguna. Así llegaron a este jueves los senadores pertenecientes a cada dispositivo al plenario de las comisiones, todo un momento donde la convivencia se puso a prueba y las pasadas de factura estuvieron a la orden del día.

Hasta la sesión de los 13 negativos y dos abstenciones oficialistas, la postura en el bloque dirigido por José Mayans respecto al tema del Consejo era unificada. O por lo menos, si existían diferencias, no eran manifiestas. Ante este medio, Giacoppo deslizó: “Otorgarle la presidencia a un senador que estaba más alineado con el sector del presidente quizás se deba a un cambio de posiciones más radicalizadas entre uno y otro lado”. En clara referencia a su coterráneo, la senadora radical planteó la posibilidad de que Guillermo Snopek haya negociado su voluntad en el tratamiento del acuerdo con el FMI por la presidencia de una comisión: “Esa era la condición para que votara en contra, porque hasta hace un tiempo él votaba más inclinado al albertismo”.