Tal como se había anticipado, el Gobierno presentó el nuevo esquema tarifario, con segmentación y topes de consumo incluidos. En una conferencia de prensa, la flamante secretaria de Energía, Flavia Royón, designada por el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, brindó los detalles del nuevo cuadro que implicará una mayor quita de subsidios que la que Martín Guzmán había impulsado originalmente y, en tanto, un mayor ahorro para las arcas del Estado en un contexto de alto déficit fiscal. El aumento promedio, sumando energía eléctrica y gas, estará alrededor de los $1.200, "pero todo depende del consumo". En agua, en promedio, serán $1.000.

Readaptación. En el caso de la energía eléctrica, la segmentación iniciada por la gestión de Guzmán e implementada por la de Silvina Batakis, avanzó con la de Massa. En tanto, quienes hayan quedado dentro del nivel de ingreso altos efectivamente perderán toda la ayuda estatal en sus facturas, mientras que los de ingresos medios y bajos sufrirán un incremento del 80% y 40% –respectivamente– del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año previo. Sin embargo, el nuevo esquema introdujo algunas modificaciones.

Tope de consumo. Dado que el Gobierno aumentó las tarifas en general a principios de este año, los argentinos de bajo y medio poder adquisitivo, es decir, quienes están por debajo de los $364.000 mensuales, no iban a ver nuevos aumentos en sus boletas. Pero con el nuevo esquema tarifario, la nueva gestión económica introdujo un nuevo factor: un tope mensual de consumo asistido de 400kw por mes. Así, todo el consumo que se encuentre por encima, se pagará a valor de tarifa plena. Por ejemplo, si un usuario consume 500 kw en un mes, 400 kw serán subsidiados y los 100 kw restantes sin ayuda estatal.

Ingresos altos. En consecuencia, quienes estén en el nivel de ingresos altos comenzarán a pagar la tarifa plena, aunque la suba se dará de forma gradual en los siguientes tres bimestres consecutivos. Royón anticipó que la quita será del 20% primero, mientras que en la segunda cuota será del 40% y en la tercera, del 40%. En el formulario de segmentación, fueron 4 millones de argentinos los que renunciaron al subsidio o no se inscribieron: un 30% del padrón residencial –mucho mayor al 10% “más rico” que había previsto Guzmán–.

Tarifa social. Además, se confirmó que quienes cuenten con tarifa social actualmente seguirán teniéndola. De esta manera, los sectores más vulnerables, que representan 4 millones de hogares, no sufrirán cambios. Asimismo, se abrirá una nueva instancia de inscripción en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), para quienes no completaron el formulario y en realidad sí puedan mantener la asistencia del Estado –tanto para sectores bajos como medios–.

Reducción del gasto. Massa asumió como ministro con la determinación expresa de aportar un mayor “orden” en las cuentas del estado, con iniciativas que apunten a la reducción del déficit fiscal, como esta. Mediante la segmentación y el nuevo tope de consumo de 400 kw se estima que el Estado se ahorrará cerca de $500.000 millones anuales.

Segmentación: cómo quedó el nuevo cuadro tarifario que anunció el Gobierno

Agua. El 15% de los usuarios de altos ingresos y todos los que vivan en barrios cerrados y en countrys del AMBA van a tener la quita total de los subsidios a partir de noviembre. Para los usuarios medios, habrá una quita gradual desde ese mismo mes: por cada bimestre tendrán una suba en la boleta de, en promedio, $376, un 50% más. En marzo, ya comenzarán a pagar la tarifa plena. Solamente conservarán la asistencia los sectores de ingresos bajos, que son casi el 50% de los usuarios, a partir de marzo el subsidio representará el 15% de la factura para ellos, porcentaje que se mantendrá de forma sostenida.

Actualmente, el 67% del costo del servicio de AySA lo financia el Estado. En ese sentido, para llegar a la "tarifa de equilibrio", debería aumentarse en un 400% lo que paga el usuario, algo que la titular Malena Galmarini anunció que no sucederá. La dirigente del Frente Renovador informó además que, entre todos los niveles, el promedio de la boleta hoy es de $752; y que, en junio de 2023, llegará a $1.765. “El agua es un derecho humano”, afirmó Galmarini, quien además comunicó que el ahorro será de $2.000 millones en 2022 y de $45.000 millones en 2023.

Gas. En el caso del gas también se realizó una segmentación a partir del RASE, que arrojó 269.000 personas en el nivel alto (2,9%), casi 2,9 millones en el nivel bajo (31%) y 2,6 millones en el nivel medio (28%). A su vez, 3,5 millones de usuarios (38%) no se inscribieron. Al nivel 1 se le va aplicar la quita total del subsidio, un aumento del 167%. Para el nivel 3, se subsidiará un volumen equivalente al 70% del promedio entre umbrales mínimo y máximo para esa categoría para cada subzona tarifaria, lo que esté por encima (el 30%) se pagará tarifa plena. A los usuarios nivel 2, de ingresos bajos, se les mantendrá la tarifa vigente y no habrá incrementos.

Así, una factura promedio de $1.650 en el nivel 1 aumentará de manera escalonada hasta los $3.100 en enero de 2023. Y una boleta de nivel 3 promedio de $1.650 pasará a $2.146, también de manera gradual. A su vez, se dispuso también un tope de consumo para las ocho categorías de usuarios residenciales, cuyo consumo mensual promedio es de 97m3 en todo el país. “Se definió un volumen fijo a ser subsidiado, y no un porcentaje del consumo independientemente de cual fuera”, explicó Federico Bernal, nuevo subsecretario de Hidrocarburos y extitular de Enargas.