Cuando Verónica Magario alertó sobre la aceleración de la circulación del coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires, aún no se había difundido el alarmante nuevo récord de contagios, dado a conocer este jueves por la noche. De acuerdo al reporte del Ministerio de Salud de la Nación, de los 1.958 casos en todo el país, el 92% se registró en Capital Federal y la Provincia. El territorio bonaerense reflejó un escenario inquietante: sumó 1.106 infectados, cuando jamás había superado la barrera de los 800 positivos diarios.

La vicegobernadora remarcó que las cifras se quintuplicaron en el ultimo mes y fue taxativa en su diagnóstico. "Nos vamos a quedar sin camas", sentenció, intuyendo el panorama que deberá afrontar el distrito más populoso de la Argentina si no se restringe la movilidad comunitaria. Un análisis similar había realizado, hace unos días, el presidente Alberto Fernández, quien consideró que el AMBA debería regresar a la Fase 1 de la cuarentena.

"Para saber qué está pasando tenemos que irnos a ver qué pasaba el 18 de mayo. En la Nación teníamos 8.300 casos, hoy tenemos 35.500 casos. En la Provincia teníamos 2.700 casos, hoy tenemos más de 15.000. En la Ciudad de Buenos Aires teníamos 3.300 casos y hoy tenemos más de 15.000", graficó Magario.

Su preocupación por el nivel de ocupación del sistema sanitario en la Provincia se sustenta en los últimos datos que presentó la cartera de Salud que encabeza Daniel Gollán. El informe más reciente indica que la mitad de las unidades de cuidados intensivos (UCI) están ocupadas. En diálogo con TN, el jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense, Enio García, recalcó que "el colapso del sistema no es una idea, sino algo que ya se está viendo".

En el conurbano, ese número crece al 60%, aunque algunos hospitales comenzaron a verse saturados. Los municipios donde más camas se demandan son Avellaneda, Quilmes, Lanús, La Matanza, Lomas de Zamora y San Martín. Los datos engloban a pacientes que ingresan a terapia por Covid-19 y otras enfermedades. En este sentido, las previsiones son más drásticas para la primera semana de julio, cuando según los registros históricos, se suele dar el pico de internados por influenza.

En la antesala de nuevas restricciones para el transporte público en el AMBA -desde la madrugada de este viernes, sólo se permitirá que lo aborden trabajadores esenciales-, Magario caracterizó al momento actual de la pandemia como crítico. "Las cosas no están bien y no era lo que queríamos ni preveíamos. El que no tiene que trabajar en tareas esenciales debe quedarse en su casa. La sociedad tiene que entenderlo, es fundamental cortar la circulación", acentuó.

Diferencias con CABA

En diálogo con Radio La Red, Magario consideró que el AMBA debe ser tomado como "una sola región" y criticó las medidas de apertura adoptadas por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

"Si tomamos medidas distintas entre Ciudad y Provincia, la gente se confunde y no sabe qué puede hacer o no, hay una gran cercanía y la información, a veces, no circula lo suficiente. Toda flexibilización que se realiza en un lugar o en el otro produce la circulación viral, ya que mucha gente se traslada desde el conurbano a trabajar a la Ciudad de Buenos Aires y después regresa lógicamente a sus domicilios. Tenemos que ser solidarios porque, cuando se da una apertura, es difícil volver atrás", sostuvo.

Por último, previo a que las autoridades porteñas anunciaran limitaciones para el running, la vicegobernadora opinó que "debería ser más cauteloso" el esquema para salir a correr y caminar en la Ciudad. Minutos después, el distrito porteño anunció que desde este viernes la actividad física se habilitará por número de DNI, entre las 19:00 y las 9:00.