"Vamos a pedirles a todos que vuelvan a aislarse y sólo salgan para buscar provisiones que hagan falta para la vida cotidiana. Desde el 1 de julio hasta el 17 de julio va a funcionar así en el AMBA". Flanqueado como de costumbre por Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, el presidente Alberto Fernández comunicó el regreso de la cuarentena, en la Capital y el Gran Buenos Aires, a un formato muy similar al que se implementó el viernes 19 de marzo, hace casi 100 días.

La medida buscará contener la propagación del nuevo coronavirus en el distrito más poblado del país ante la persistente escalada de los contagios, las muertes y la ocupación de las camas de terapia intensiva. El virtual retorno a la fase 1 del aislamiento social, preventivo y obligatorio permitirá únicamente la apertura de comercios esenciales, bancos e industrias -en el conurbano bonaerense y con protocolos propios-.

En la práctica, significa una vuelta atrás para decenas de miles de comercios en la Ciudad y más restricciones en la región metropolitana, en un escenario que, por el impacto del confinamiento y la recesión crónica, se ha traducido en un aluvión de certificados de defunción para PyMes y grandes empresas.

Los números en CABA

En la Capital Federal, deberán volver a cerrar por los próximos 20 días las joyerías, mueblerías, librerías, jugueterías, perfumerías, florerías, loterías, artículos de limpieza, bazares, bicicleterías, concesionarias de autos y motos y locales de venta de indumentaria y calzado. Son aproximadamente 70.000 comercios que desde el 12 de mayo pasado -en su mayoría- tenían el aval del gobierno porteño, pese a que acusaban el impacto del aislamiento: sólo lograban vender un 30% en comparación a las ganancias que acumulaban antes de la llegada de la pandemia.

En lo que va de la cuarentena obligatoria, en la Ciudad más de 20.000 comercios no pudieron paliar tantos días de inactividad y debieron bajar las persianas de forma definitiva. Y, según un informe de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Fecoba), esa cifra podría subir al 23% con la nueva extensión del aislamiento y abarcar a 27.600 locales.

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"La gravedad del cuadro exhibe una circunstancia económica y social peor que la que conocimos en 2001. A la sostenida recesión de los últimos dos años, los golpes devaluatorios y los saltos inflacionarios se sumaron los efectos catastróficos de la pandemia con consecuencias aún insospechadas", aseguró Fecoba en un comunicado. En tanto, esta semana la Cámara Argentina de Comercio estimó que al menos 100.000 comercios cerrarán en todo el país a raíz de la pandemia, casi un cuarto de la cantidad que opera a nivel nacional.

En el distrito porteño, además de los servicios esenciales y los bancos, se mantendrán los formatos de delivery y "take away" para la venta de comidas y bebidas. Este miércoles, el dirigente gremial de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, había trazado un panorama sombrío para el sector. "De 45.000 empresas, podrían quedar en pie entre 20.000 y 25.000", pronosticó, en diálogo con CNN Radio. El rubro, junto al turismo, es uno de los más afectados por la cuarentena.

Qué pasará en Provincia

Del conurbano bonaerense, 35 municipios regresarán al aislamiento extremo y las únicas cinco localidades que permanecerán en fase 3 por sus buenos indicadores sanitarios son Brandsen, Campana, Cañuelas, Exaltación de la Cruz y Zárate.

En el interior de la Provincia, los distritos que hayan tenido casos autóctonos en los últimos 21 días estarán en Fase 4, en el marco del distanciamiento social, preventivo y obligatorio, mientras que las localidades que no hayan presentado contagios comunitarios en ese período ingresarán en fase 5.

En la región metropolitana, se mantendrán activas las industrias que puedan garantizar un servicio propio de transporte a sus trabajadores y cuenten con estrictos protocolos sanitarios, de funcionamiento y de fiscalización por parte de los municipios. Las centrales fabriles habilitadas por el gobierno de Axel Kicillof son:

  • Industrias esenciales (alimentación, medicamentos, equipamiento médico).
  • Industrias que operen dentro de parques industriales o zonas industriales planificadas.
  • Industrias de proceso continuo.
  • Industrias vinculadas a los sectores de exportación.

Los comercios que podrán mantener abiertas sus puertas serán sólo los de carácter esencial -alimentación, farmacias, higiene y limpieza, ferreterías, veterinarias y provisión de garrafas-. Además, continuará vigente el permiso para el delivery de alimentos, medicamentos, productos de higiene, de limpieza y otros insumos de primera necesidad.

La ayuda del Gobierno

"Sé que tienen consecuencias económica estas acciones, si alguna virtud tengo es la de escuchar. No soy necio, entiendo los problemas de los comerciantes, los profesionales, los autónomos, tratamos de socorrerlos", justificó Fernández en el video grabado que emitió junto al jefe de Gobierno porteño y el gobernador bonaerense desde la Quinta de Olivos.

En esa línea, el Presidente anunció la extensión, durante junio y julio, del programa ATP para abonar la mitad de los salarios de los trabajadores del sector privado; y del Ingreso Familiar de Emergencia, que alcanza a los trabajadores informales y monotributistas de clase A y B.

Ambas medidas regirán sólo para AMBA y Chaco, según adelantó el primer mandatario. Rodríguez Larreta informó que la Ciudad también instrumentará paliativos para comerciantes, los que detallará en los próximos días.

Fernández resaltó que la ayuda del Estado al sector privado para atemperar los efectos de la pandemia roza los 3 puntos del PBI, y que la entrega del IFE evitó que entre 2.500.000 y 4.500.000 personas cayeran en la pobreza y la indigencia.