En un hecho inédito para el contexto político actual, la Cámara de Diputados aprobó este viernes, por unanimidad, un proyecto conjunto de ley del Gobierno y la oposición para darle impulso a la donación voluntaria de plasma sanguíneo de pacientes recuperados del nuevo coronavirus. El objetivo es lanzar una campaña nacional para ayudar a promocionar un tratamiento médico que, a falta de la vacuna, reviste carácter esencial: cada donante puede auxiliar hasta a cuatro enfermos de Covid-19 a no evolucionar desfavorablemente y, en casos extremos, a evitar la muerte.

La provincia de Buenos Aires, el distrito más afectado por la propagación del brote en la Argentina, fue pionera en la realización e implementación de esta herramienta terapéutica. En marzo, cuando en el país comenzaban a aparecer los primeros infectados, un equipo médico especializado observó que a falta de tratamientos farmacológicos efectivos, en los hospitales más emblemáticos del mundo utilizaban el plasma como un remedio de contingencia para intentar curar a pacientes críticos. Al ver los resultados favorables, en el territorio bonaerense activaron la maquinaria.

En los últimos días, el tratamiento con plasma de pacientes recuperados cobró mayor relevancia cuando el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, mostró una desmejora en su estado de salud luego de contraer el virus. Los médicos del Hospital Municipal Llavallol aplicaron la transfusión y en 24 horas progresó radicalmente. "Si bien es un elemento experimental y se suministra según las características del enfermo, necesitamos ese recurso", sostuvo el jefe comunal, que desde este miércoles se recupera en su domicilio.

¿Cuántos accedieron al tratamiento?

Hasta este jueves, 159 pacientes habían recibido la transfusión de plasma de convalecientes en la provincia de Buenos Aires. "Tenemos un montón de demanda. Hoy -por ayer- tuvimos en la provincia unos 30 plasmas pedidos y pudimos enviarlos a todos los centros hospitalarios. Cuando empezamos, hace casi dos meses, nos llegaban una o dos solicitudes por día; hoy se pasó a un promedio que va desde 25 a 35 pedidos diarios", informa a El Canciller Luis Cantaluppi, encargado del área de plasma en la Provincia y asesor del Ministerio de Salud de Daniel Gollan.

Hasta el momento, los recuperados del nuevo coronavirus en la Argentina son más de 14.000. Sin embargo, no todos pueden donar plasma voluntariamente. Quienes están capacitados son los que presentaron síntomas y acumulan más de 28 días desde que recibieron el alta médica. Además, esas personas deben pesar más de 50 kilos y no registrar comorbilidades como la diabetes o el cáncer. Según cálculos extraoficiales, ese universo hoy alcanzaría al 20% del total de convalecientes en el país. El horizonte ideal es que cada donante se presente dos veces por mes, dado que el plasma de un paciente curado ayuda a tres o cuatro individuos que estén cursando la enfermedad.

De acuerdo a los datos oficiales de la Provincia, hasta el martes 40 hospitales públicos habían solicitado el envío de plasma para iniciar el tratamiento (cualquier centro público está en condiciones de hacerlo). En tanto, al menos seis instituciones privadas del distrito bonaerense implementaron la herramienta terapéutica, pero cada una de esas entidades trabajan con un centro de hemoterapia privado.

La información estadística fehaciente sobre cuántos se recuperaron y cuántos fallecieron entre los que recibieron el remedio estará disponible en aproximadamente 15 días -apuntan desde el Ministerio bonaerense-, previa aclaración de que "si el tratamiento se hace a tiempo, se curan un montón".

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"Pensamos que la transfusión iba a ser un elemento para ayudar a pacientes moderados, con el objetivo de liberar camas de terapia intensiva. Ahora, vemos que funciona para enfermos moderados, para pacientes graves y también para tratar a personal de la salud", reconoce Cantaluppi, quien sigue la evolución de todos los enfermos a los que les infunden plasma.

¿Cómo es la logística en la Provincia?

El distrito bonaerense posee cuatro centros de hemoterapia públicos para recolectar plasma: dos en el conurbano (General Rodríguez y La Plata), otro en Bahía Blanca y el restante en Mar del Plata. El organismo provincial encargado de la logística de distribución es CUCAIBA (Centro Único Coordinador de Ablación e Implante Provincia de Buenos Aires).

"Si algún paciente recuperado de Covid-19 quiere donar plasma, CUCAIBA lo va a buscar a su casa, lo traslada hacia el centro de hemoterapia más cercano y después lo devuelve a su domicilio", explica Cantaluppi.

Foto NA.
Foto NA.

¿Y para enviar el plasma desde los institutos de hemoterapia a los hospitales públicos solicitantes? Existen tres posibilidades. "Si un hospital de Campana necesita plasma, puede mandar un móvil a buscarlo al centro de hemoterapia más cercano. En caso de que una ambulancia no pueda acercarse, CUCAIBA realiza la distribución. Y si CUCAIBA no tiene unidades disponibles, el SAME se hace cargo", detalla el asesor de Gollan.

Por último, resalta que en la Provincia se produjo un caso único en el mundo, donde el tratamiento logró salvar a un bebé con apenas tres días de vida: "Un médico convaleciente donó plasma y se lo pasamos a un bebé recién nacido con coronavirus, que desarrolló una neumonía bilateral y estaba muy grave. Con la transfusión, se recuperó".

¿Y la Ciudad?

Cantaluppi destaca el trabajo del Grupo CEMIC, un Hospital Universitario privado emplazado en el barrio de Saavedra. "Con un solo sanatorio recolectaron 50 unidades e infundieron a 50 pacientes, es algo espectacular", celebra.

Desde el Ministerio de Salud de CABA indicaron a El Canciller que el tratamiento con plasma en centros públicos está en fase experimental. El Hospital Durand se erigió como precursor en el distrito porteño y de forma paulatina se están sumando más sanatorios, pero hasta el momento sólo han recibido donaciones, sin realizar transfusiones. "Viene todo muy lento, al momento no hay garantías de que funcione contra el Covid-19", deslizaron.

¿Qué dice el proyecto que sancionó Diputados?

La iniciativa ingresó este miércoles a la Cámara baja -de forma sorpresiva- con la firma del presidente del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, pero también presentó las rúbricas del jefe de la bancada del PRO, Cristian Ritondo, y las de la dupla conformada por el presidente y la vice de la comisión de Acción Social y Salud Pública, Pablo Yedlin (Frente de Todos) y Carmen Polledo (PRO).

Tras más de nueve horas de sesión, Diputados le otorgó media sanción al documento -cerca de las 02:00 de la madrugada- con 227 votos a favor y ninguno en contra. Ahora será el turno del Senado, que dará luz verde para transformarlo en ley.

La cooperación entre el oficialismo y la oposición apunta a crear, mediante una campaña nacional, una serie de incentivos para alentar la donación voluntaria del plasma sanguíneo. Entre ellos, el otorgamiento de dos días de licencia laboral para empleados en relación de dependencia, así como facilidades de transporte hasta el centro de salud y el reconocimiento oficial como "ciudadanos solidarios destacados de la República Argentina".

"Ojalá podamos empezar a coincidir en muchas otras cosas que la Argentina necesita, que sea el inicio de un camino y no sólo un paréntesis. Creo y abogo en el consenso y en el diálogo", expresó Ritondo en su discurso de cierre. Cada paciente recuperado puede ayudar hasta a cuatro enfermos a no ingresar en terapia intensiva y, en circunstancias graves, a evitar decesos.

Yedlin, por su parte, aseguró que es necesario promocionar este "gesto solidario" como forma de concientización, ya que en el actual contexto la donación voluntaria de plasma "es muy poquita". "En estos últimos meses, por la dificultad de traslado de los donantes y el miedo de concurrir a centros hospitalarios, esto ha generado un déficit importantísimo", justificó.

¿Cómo es el tratamiento?

El plasma es uno de los tres componentes que tiene la sangre. Es un líquido espeso, repleto de proteínas, que permite que los glóbulos avancen por las venas y las arterias. Una de las tantas proteínas que contiene son los anticuerpos. Esos anticuerpos son recibidos desde los linfocitos b, un tipo de glóbulo blanco.

Los enfermos del nuevo coronavirus, mientras lo cursan, no tienen linfocitos capaces de generar los anticuerpos. En cambio, los pacientes convalecientes del Covid-19 sí produjeron -tras recuperarse-, los anticuerpos en el plasma para lidiar con el virus.

En el centro de hemoterapia, los médicos extraen sangre de los pacientes recuperados. De esa sangre, se separa al plasma del resto de los componentes por un proceso de aféresis y la sangre -sin plasma-, regresa al donante. Luego, el plasma extraído se le suministra al enfermo y los anticuerpos combaten al virus, lo que decanta -en la mayoría de los casos- en notables mejoras.

Nota al pie: El teléfono de CUCAIBA, para donar en la Provincia, es 0800-222-0101.