Fuertes críticas de la Iglesia a la situación económica y al nivel del debate electoral: "Es tóxico, agresivo y violento"
El Arzobispo de Buenos Aires cruzó a los políticos por su bajo nivel de discusión, al tiempo que aseguró sobre la aceleración de precios o el "impuesto de los pobres": "No podemos ser indiferentes a más de un 40 por ciento de pobreza o a más del 12 por ciento inflación".
En la misa de cierre de la 49ª peregrinación a Luján, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, cuestionó el alto nivel de inflación, que calificó como "el impuesto de los pobres", y el bajo nivel del debate electoral, que consideró “tóxico, agresivo y violento". El sacerdote, que fue el primer líder de la Iglesia de Buenos Aires en caminar junto a los fieles en el evento anual de manifestación de fe católica a la Virgen considerada patrona de la Argentina, fue contundente sobre la política del país: “Tendríamos que elevar la discusión”.
El mismo día en que los cinco candidatos presidenciales llevarán a cabo el primero de los dos debates televisivos previstos por ley, el arzobispo de Buenos Aires criticó las campañas políticas de cara a las elecciones generales del 22 de octubre. Señaló que el tono de debate es “tóxico, agresivo y violento”, aseguró que son “pocas propuestas, con oportunismo y chicanas” y concluyó: “Tendríamos que elevar la discusión”.
Con respecto a la situación económica argentina, el arzobispo señaló: "No podemos ser indiferentes a más de un 40 por ciento de índice de pobreza o a más del 12 por ciento de índice de inflación, que es el impuesto de los pobres".
“Para nosotros, esas cifras son rostros concretos, son hermanos con los que uno se cruza con nombre y apellido. Y para los cristianos, en cada hermano que sufre, está el mismo Cristo, con lo cual eso nos interpela y nos cuestiona enormemente”, reflexionó García Cueva durante la celebración de la misa el domingo por la mañana desde la Basílica de Luján, que coronó una peregrinación de 70 kilómetros que se había iniciado 24 horas antes en la iglesia de San Cayetano, en Liniers.
A pesar de las cuestiones negativas, el cardenal se mostró optimista y pidió “no perder la esperanza de sacar al país adelante” e insistió en “no dejarse robar la esperanza”.
“Cada proceso electoral, tenga el resultado que tenga, debe animar al pueblo al compromiso a seguir soñando entre todos a construir una Argentina grande”, concluyó.
Por último, García Cuerva hizo referencia a las críticas de un sector de la política, sobre todo del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, contra el Papa Francisco: “Milei odia a Francisco”.
“En épocas de mundial, todos somos técnicos y le damos recetas a (el técnico Lionel) Scaloni. En época de pandemia éramos bioquímicos y asesorábamos sobre las vacunas y también queremos ponernos en lugar del Papa y darle clases. Es un líder mundial, el jefe de la Iglesia y los que estuvimos cerca, pudimos experimentar lo que significa en el mundo”, cerró.
La 49ª peregrinación a Luján
Como cada año, miles de personas peregrinaron entre este sábado y domingo hacia la Basílica de Luján, en esta ocasión acompañadas por García Cuerva como un caminante más. Así, el sacerdote se convirtió en el primer arzobispo porteño en participar directamente de esta demostración de gratitud y fe que concluyó tras unos 70 kilómetros de andar con la Misa central brindada por el propio sacerdote peregrino.
“Voy a pedirle a Dios para que nos una como argentinos", aseguró el eclesiástico antes de partir desde el barrio de Liniers.
“Vivimos sensaciones muy lindas entre la gente”, dijo García Cueva durante la caminata, antes de llegar a la Basílica. “Más allá de las dificultades, hoy nos ponemos en manos de María y le pedimos fuerza para unirnos”, agregó.
Previamente, había señalado: “Mi gran deporte es caminar, así que voy a llegar. Medio rengo, pero voy a llegar”, afirmó entre risas en declaraciones a la prensa. “Me hace muy bien acompañar y estar cerca de la gente. No me puedo sentir pastor si estoy lejos”, sostuvo tras bendecir muy temprano a los peregrinos que partían hacia Luján.
Bajo el lema “Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos”, la mayoría de los participantes caminó con velas y carteles, como es costumbre, además de imágenes de la llamada Nuestra Señora de Luján, considerada por los católicos “patrona de los argentinos”.
García Cuerva consideró que el 2023 "está siendo un año difícil”, en referencia a la situación socioeconómica del país. “El índice de pobreza no es sólo una cifra, sino rostros concretos de hermanos que la están pasando muy mal”, dijo antes de considerar que la tradicional caminata es como “un reflejo de la vida”. “Hay momentos en los que uno está acompañado y otros en los que está sólo”, matizó.
A lo largo del recorrido hubo unos 60 puestos sanitarios y de apoyo, con más de 6.000 servidores en cada punto, para acompañar a los peregrinos en sus kilómetros de recorrido hacia la Basílica.