En su última participación en la cumbre del G20, en Nueva Dehli, el presidente Alberto Fernández reclamó este sábado a las potencias que den auxilio financiero a los países en desarrollo. "Es hora de entender que lo que está en juego es la preservación de la vida humana”, aseguró el jefe de Estado argentino al participar en la primera sesión plenaria.

A casi tres meses del fin de su gestión, y en su última gira internacional como presidente, Fernández exhortó a los líderes de las naciones "a trabajar con más firmeza para poder consolidar un mundo más justo en un ambiente más sano".

"En este tiempo, hemos tenido miradas comunes frente a los problemas que enfrentamos, pero no hemos sido capaces de resolverlos. Pareciera que calmamos nuestras conciencias con palabras, mientras seguimos caminando por las cornisas", sostuvo.

Durante su discurso, el Presidente celebró la incorporación de la Unión Africana al foro económico, lo que consideró "un acto profundamente justo que permite conocer y atender las necesidades de ese maravilloso continente". Además, expresó su expectativa para que "en el futuro se pueda sumar a la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), que sobrelleva problemas similares a los que afronta África".

"El Sur global existe. Muchos de los países que lo conforman padecen economías endeudadas que acaban afectadas por los condicionamientos impuestos por el sistema financiero internacional que tantas veces criticamos", subrayó.

Por otra parte, señaló como tema de preocupación "la seguridad alimentaria", y en ese sentido destacó que “América del Sur puede contribuir a saciar el hambre que hay en el mundo”.

En relación a los desafíos vinculados con el cambio climático, Fernández indicó que Argentina “está comprometida con el mundo en procura de una transición hacia energías renovables”, y agregó: “Nos hemos propuesto alcanzar un desarrollo neutral en carbono en el 2050”. De esta manera, insistió a los poderosos que “ayuden a remediar los daños que han provocado”.

Fernández viajó a Asia acompañado por el canciller, Santiago Cafiero; Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia; Gabriela Cerruti, portavoz presidencial; y Jorge Argüello, embajador argentino en Estados Unidos.

El lunes, el gobernante participará en Santiago de Chile de los actos en conmemoración por el 50° aniversario del golpe de Estado al entonces presidente Salvador Allende, que encabezó el dictador Augusto Pinochet.

A continuación, el presidente argentino permanecerá unos días en Buenos Aires y retomará su agenda internacional para viajar a La Habana y participar el 15 y 16 de septiembre de la Cumbre del G77 y China, convocada por Cuba, país que este año ejerce la presidencia pro tempore del grupo.

Hacia el final de su actividad internacional, Fernández viajará a Nueva York para dar su último discurso ante la Asamblea General de la ONU, que tendrá lugar el 20 de septiembre.

La cargada agenda internacional en el último tramo de su Gobierno mantendrá a Fernández alejado de la campaña electoral rumbo a los comicios generales del 22 de octubre, que definirán -en esa instancia o en una segunda vuelta el 19 de noviembre- a su sucesor en la Casa Rosada.