Tras el almuerzo que Javier Milei compartió este miércoles con empresarios en el marco del evento realizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en el Hotel Alvear, en el barrio porteño de Recoleta, el dueño de las concesiones de aeropuertos, Eduardo Eurnekian, cruzó al Presidente y lanzó: "Que se ponga las bolas y dirija el país".

El titular de la Corporación América fue abordado por periodistas, uno de los cuales le recordó el reclamo que el jefe de Estado había hecho al sector privado en una cumbre que tuvo lugar recientemente en Bariloche. "Muchachos, en algún momento van a tener que poner las pelotas, van a tener que invertir y se van a tener que jugar", fue la advertencia del libertario.

En tanto, Eurnekian se animó a redoblar la apuesta y, ante la consulta de Lautaro Maislin, de C5N, por los dichos de Milei, respondió: "Si él me pide a mí que yo invierta, decile que yo digo que se ponga las bolas". 

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Luego de que el periodista le dijera que el Presidente, quien trabajó en sus compañías durante más de una década, seguramente escucharía sus declaraciones, el empresario sentenció: "Que lo escuche, qué carajo me importa".

La de este miércoles no fue la primera crítica de su parte a Milei. En noviembre pasado, días antes del balotaje presidencial, el magnate apuntó contra el -en ese momento- candidato a jefe de Estado por La Libertad Avanza, quien previamente se había desempeñado como empleado en una de sus compañías. "Tengo 3.700 ñatos que trabajan para la empresa. Uno salió fallado, ¿qué querés que haga?", afirmó en declaraciones a Radio 10.

Sin embargo, minutos después, el ahora mandatario se tomó con humor las declaraciones de su exjefe -que habían tenido lugar en el marco de otro encuentro del CICyP- y, ante la consulta de la prensa, aseguró: "Tiene razón, me parece un chiste divertido".

Además, el dueño de Corporación América había afirmado en septiembre pasado, tras las críticas de Milei al Sumo Pontífice, que "sus opiniones son totalmente fuera de lugar". En una entrevista que concedió a Radio Perfil, sostuvo que "no está a la altura ni para juzgar al Papa, ni para opinar, ni para dar una pauta de cuáles son las actitudes que debería asumir Francisco, bajo ningún punto de vista".

En esa ocasión, el magnate negó mantener ahora vínculos laborales con el referente de La Libertad Avanza y detalló: "Trabajó en mi empresa, donde hay más de 3.000 empleados. Estaba en el área cercana al Departamento de Finanzas".