A las 18 de este domingo cerraron los comicios en Mendoza, que eligió al nuevo gobernador, además de intendentes, concejales y legisladores provinciales, en la que es la última contienda electoral antes de las elecciones nacionales del 22 de octubre. El candidato de Cambia Mendoza, Alfredo Cornejo, aliado local de Juntos por el Cambio, y el aspirante de Unión por Mendoza y ex miembro del PRO, Omar De Marchi, quien se abrió de la alianza previo a las PASO locales, son los favoritos a quedarse con el liderazgo del bastión cuyano. El peronista Frente Elegí, de Omar Parisi, fue tercero lejos en las primarias del 11 de junio.

Casi un millón y medio de personas estaban habilitadas para votar al nuevo gobernador y vicegobernador de Mendoza, la mitad de los integrantes de las cámaras de senadores y diputados provinciales, intendentes y concejales en 11 municipios que no desdoblaron sus comicios locales. Una vez que cerraron las urnas, se informó que el nivel de participación ascendió al 71% del padrón. Además, la jornada electoral tuvo como protagonista a la boleta única de papel, que fue estrenada en las PASO provinciales. 

Dado que en Mendoza no hay balotaje, el candidato que resulte más votado en esta jornada será indefectiblemente el próximo gobernador. Se espera que los resultados oficiales sean difundidos alrededor de las 22. 

Además del sucesor del actual mandatario Rodolfo Suarez (Cambia Mendoza), se definirá a quiénes ocuparán 19 bancas en el Senado provincial y 24 escaños en la Cámara baja mendocina. Los comicios sirvieron también para renovar autoridades comunales y la mitad de los concejos deliberantes en 11 departamentos de la provincia.

De Marchi y Cornejo se enfrentaron antes de las primarias, lo que terminó en una ruptura formal durante el cierre de listas en abril pasado, cuando el diputado se quedó sin el sello PRO y armó una fuerza propia. 

Tras un quiebre previo a las PASO locales, De Marchi (izq) y Cornejo son los favoritos a suceder al actual gobernador mendocino, Rodolfo Suárez, de Cambia Mendoza. (Foto: NA)
Tras un quiebre previo a las PASO locales, De Marchi (izq) y Cornejo son los favoritos a suceder al actual gobernador mendocino, Rodolfo Suárez, de Cambia Mendoza. (Foto: NA)

El senador radical y exgobernador, acompañado en la fórmula por la exdiputada provincial del PRO, Hebe Casado, es quien finalmente ganó la interna al actual candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Luis Petri, y ahora busca volver a comandar la provincia.

De Marchi decidió competir por afuera de la coalición gobernante con su nueva alianza y lleva como compañero de fórmula al intendente del departamento de Las Heras, el radical Daniel Orozco. En la votación de junio, el ex PRO quedó más de 20 puntos detrás del exgobernador mendocino.

Además del Frente Elegí (Omar Parisi y Lucas Ilardo), que logró para el justicialismo y partidos aliados apenas el tercer puesto en las PASO, las otras dos fórmulas que alcanzaron el mínimo para competir en estas generales son el Frente de Izquierda-Unidad (Lautaro Jiménez y Noelia Barbeito) y el Partido Verde (Mario Vadillo y Emanuel Fugazzotto).

Cerca de las 10, el candidato peronista Parisi emitió su voto y señaló que espera dar el “batacazo”. “En una campaña con todas las dificultades, esperamos tener un buen resultado”, señaló, ante la consulta acerca de si creía que era posible revertir el tercer lugar obtenido por su fuerza en las PASO. Parisi se consagró dentro del Frente Elegí, pero quedó aparentemente lejos de aspirar a la Gobernación.

Luego fue el turno de Cornejo, quien se metió en el debate nacional y pidió “que esta elección sirva para elegir un buen gobierno”. Además, adelantó que “el contexto que viene” será con “un poco de turbulencia al principio”, tras afirmar que la Argentina requiere un “cambio de régimen económico”.

El candidato oficialista mendocino, quien en la interna del 11 de junio le ganó al actual candidato a vicepresidente de Bullrich, Luis Petri, reiteró que espera que “Mendoza esté bien preparada para administrar correctamente un crecimiento de la economía” y detalló: “Es lo que necesitamos, que es lo que necesitan los mas humildes, que necesitan nuestros sectores medios, los sectores trabajadores, las pymes, necesitan crecimiento”.

Respecto de la situación al interior de Juntos por el Cambio a nivel de su provincia, Cornejo señaló: “Nosotros estamos todos en un proyecto colectivo de sacar a la Argentina adelante, terminar con el kirchnerismo y ese es nuestro objetivo, ningún problema y mucho menos hoy”.

Por último, el candidato disidente por Unión Mendocina, sufragó después del mediodía. En diálogo con periodistas al votar, De Marchi admitió que tiene “una muy buena relación personal” con Javier Milei y valoró “todo el esfuerzo que él ha hecho por poner arriba de la mesa ideas interesantes de discusión en la Argentina”. 

A pesar de esto, se distanció de su afinidad con el libertario y aclaró: “Políticamente no hay nada más importante para nosotros que la provincia”.

“Estamos definiendo no solamente el futuro económico de la provincia, si queremos una provincia que crezca o que siga estancada, sino a su vez también la tranquilidad de lo que significa tener instituciones independientes, Justicia independiente, que es lo que te garantiza que las provincias y las comunidades en general crezcan, eso es lo que está en juego hoy”, agregó el candidato que se abrió de la alianza Cambia Mendoza (la edición local de Juntos por el Cambio).

“Es evidente que hay una polarización” agregó el líder de Unión Mendocina y puntualizó: “En nuestro caso nos hemos mantenido muy claramente en base a los dos pilares a partir de los cuales nos construimos en muy poco tiempo, que tienen que ver con Mendoza y con el futuro”.

“La Unión Mendocina es un espacio profundamente mendocino, nada más importante para nosotros que Mendoza”, aseguró De Marchi, quien buscará dar vuelta los resultados de las PASO y consagrarse gobernador desbancando a Cambia Mendoza, fuerza que actualmente lidera la Provincia.

Dado que no existe la segunda vuelta, quien saque la mayoría de los votos pasará a comandar Mendoza por los próximos cuatro años, sin posibilidad de reelección.