Desde el balcón de la Casa Rosada, Javier Milei se expresó frente a sus seguidores y justificó el duro diagnóstico que había trazado durante su discurso anterior, en las escalinatas del Congreso de la Nación: “Prefiero decirles una verdad incómoda que una mentira confortable”

Sin embargo, a pesar de insistir con su crudo análisis de la situación del país, dejó un mensaje esperanzador: "Hoy los argentinos de bien decretamos el fin de la noche populista y el renacer de una Argentina próspera y liberal".

Bajo el grito de “¡Presidente! ¡Presidente!” por parte de sus simpatizantes, el líder de La Libertad Avanza aseguró que durante su mandato van a “empezar la reconstrucción de la Argentina, luego de más de 100 años de decadencia”. 

Javier Milei brindó un breve discurso de cara a sus simpatizantes (Foto: Captura de pantalla).
Javier Milei brindó un breve discurso de cara a sus simpatizantes (Foto: Captura de pantalla).

Siguiendo la misma línea, aprovechó para citar una vez más el concepto de cabecera del economista Alberto Benegas Lynch: “El liberalismo es el respeto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de la no agresión, del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la competencia, la división del trabajo y la cooperación social, donde solamente se puede ser exitoso sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y con mejor precio”.

En cuanto al corto plazo de su gestión, se mostró expectante y aclaró: “Si bien vamos a tener que soportar un período de dureza, vamos a salir adelante”. 

Antes de finalizar, Milei invitó a los argentinos a ponerse de pie para hacer “nuevamente grande a la Argentina”. “Abracemos esta idea de ser una potencia. Que Dios los bendiga y que las fuerzas del cielo nos guíen a ser el mejor Gobierno de la historia”, concluyó. 

En la misma línea, en su primer discurso como Presidente en las escalinatas del Congreso, el líder libertario había cuestionado: “El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos, esto es, superávit fiscal y externo, hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI”.

Además, aseveró que hay “una inflación plantada del 15.000% anual”, por lo que prometió que su Gobierno luchará “con uñas y dientes para erradicarla”.

Por último, había advertido: “No hay plata. No podemos endeudarnos, no podemos emitir y no podemos seguir asfixiando al sector privado con impuestos. No hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo”.