El Gobierno evitó confrontar con el Papa: "Respetamos su opinión, pero no tenemos por qué compartirla"
Tras la crítica del Sumo Pontífice por la represión durante la marcha contra el veto a la ley jubilatoria, Manuel Adorni aseguró: "Escuchamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice, el respeto es total".
Esta mañana el papa Francisco criticó con dureza al Gobierno al afirmar que "en vez de pagar justicia social, pagó gas pimienta", en alusión a la represión de las fuerzas policiales durante la última marcha contra el veto a la fórmula jubilatoria. En consecuencia, el ser consultado por la posición del Gobierno al respecto, Manuel Adorni sostuvo: "Respetamos su opinión, pero no tenemos por qué compartirla".
"Lo hemos dicho en otras oportunidades con otras cuestiones que ha mencionado el papa Francisco. Es su opinión, la cual nosotros respetamos, escuchamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice, pero no tenemos por qué compartir la visión sobre algunas cuestiones", expuso el vocero presidencial.
"El respeto es total y absoluto por lo que pueda decir el Papa sobre cualquier cosa, pero puntualmente sobre nosotros. No hay mucho más para decir", agregó, intentando dar por finalizada la cuestión.
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Sin embargo, ante la insistencia de la prensa, que le recordó las discusiones que el jefe de la Iglesia católica tuvo con Javier Milei durante la campaña electoral del año pasado, aseveró que "es una discusión zanjada". "La relación es muy buena", concluyó.
En un evento del que participó Juan Grabois, el Papa había apuntado: "Me hicieron ver una represión de hace una semana, menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad".
"No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas... Y el gobierno se puso firme, en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía", añadió.
Previo a la palabra de Adorni, el jefe de Gobierno porteño también había dado su visión. "Para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá", consideró Jorge Macri, quien explicó su postura y remarcó que su intención no era "entrar en una discusión" con el Sumo Pontífice.
"Soy alguien de fe, tengo un problema sobre dónde me paro. Tengo muy buena relación con muchos actores de la Iglesia, pero hay que entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego y no hacer un reduccionismo de un hecho o escuchar una sola campana", contextualizó el funcionario, en diálogo con Radio Continental.