Desde que el ministro de Justicia, Germán Garavano, habló la semana pasada de lo "malo" que sería para el país una ex presidenta presa, el oficialismo no puede -o no quiere- dejar de lado el debate sobre dos cuestiones: el desafuero de un legislador y la herramienta judicial extraordinaria que significa una prisión preventiva.

Sin contemplar el enojo de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que esta semana tiene previsto presentar el pedido de juicio político contra Garavano, distintos legisladores del PRO salieron en los últimos días a cuestionar los tiempos judiciales y las prisiones preventivas. Este miércoles fue el turno del diputado nacional y jefe de la bancada macrista, Nicolás Massot, quien sorprendió al decir que "hubiera pensado dos veces" su voto a favor del desafuero del legislador Julio De Vido si hubiera sabido que la Justicia iba a estar "más de un año y medio sin novedades del juicio oral". 

"Si yo hubiera sabido que íbamos a pasarnos más de un año y medio en prisión preventiva, sin novedades de la Justicia sobre del juicio oral, lo hubiera pensado dos veces (el desafuero de De Vido)", resaltó Massot en declaraciones a radio El Destape. A su entender, "cuando uno apela a una figura tan extraordinaria, sobre todo cuando se habla de un diputado de la Nación, porque desaforar afecta la representatividad, uno esperaría un trámite más expeditivo".

"No me meto con el fondo de las causas porque no las conozco en el detalle y no soy juez. Lo que sí digo es que si la Cámara toma una decisión de esta naturaleza, al menos yo a nivel personal, esperaba una causa más expeditiva", destacó el legislador del PRO. Si bien Massot aclaró que se trataba de una opinión a título "personal", en los últimos días otros referentes del bloque se expresaron en contra de esa herramienta judicial, como el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. El diputado Daniel Lipovetzky, a su vez, consideró que "a veces la prisión preventiva está mal usada, como con Amado Boudou".

Los dichos del PRO sobre las prisiones preventivas de kirchneristas chocan de lleno con la postura de Carrió, que prepara arremetida contra Garavano y promete no aflojar la interna de Cambiemos, más allá de la foto con el presidente Macri que tendría lugar este jueves en un acto en el Centro Cultura Kirchner (CCK) y que el Gobierno espera que sirva para descomprimir.