Del "degenerado" al "no es pornografía": fuerte cruce entre Feinmann y Sileoni por los libros con escenas sexuales
El periodista cuestionó al director General de Cultura y Educación bonaerense, quien tras ser denunciado penalmente por la distribución de los ejemplares subrayó que "no se obliga a los estudiantes a leerlos".
El escándalo por la distribución de libros con escenas sexuales en escuelas bonaerenses sumó este lunes un nuevo capítulo, cuando el periodista Eduardo Feinmann y el director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni -quien fue denunciado penalmente por la difusión de ese material-, protagonizaron un cruce en el que el comunicador acusó al funcionario de "degenerado", mientras que éste le advirtió que la colección "no es pornografía".
Durante una entrevista en Radio Mitre, la máxima autoridad educativa a nivel provincial aclaró que no son ejemplares de "educación sexual" ni están destinados a los alumnos, sino que son "para las bibliotecas", y subrayó: "Son herramientas para los docentes y los bibliotecarios. No se obliga a los estudiantes a leerlos. No son para niños".
Antes de presentarlo al aire, Feinmann había cuestionado que "hay fragmentos realmente aberrantes que los degenerados de la provincia de Buenos Aires están obligando a leer a los alumnos", y luego le dijo a Sileoni que lo consideraba uno de ellos.
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Minutos después, el periodista señaló que "los padres están indignados" y, tras asegurar que lo están "por lo que escuchan en los medios", el funcionario precisó que "hay libros para la secundaria básica", de 12 a 15 años, mientras que aquellos con "una temática política o relaciones problemáticas o escenas de sexo o lenguaje, vocabulario soez, van para la secundaria orientada", de 16 a 19.
"Y tampoco va para el alumno que tiene 16 o 19. Es un libro que va con una inscripción que dice 'requiere acompañamiento docente'", detalló Sileoni y agregó que a esa edad "y aún antes" los adolescentes "están inmersos en el desarrollo de la sexualidad".
En este sentido, puntualizó: "Usted lo sabe y todos sabemos que mucho antes de los 16 a un clic de teléfono o de computadora acceden a la más brutal pornografía en la soledad de sus habitaciones. Esto no es pornografía, esto es literatura".
Luego de que el funcionario sostuviera que una secuencia explícita "puede convertirse en una escena pedagógica en el aula", Feinmann leyó un fragmento de una obra que incluye un relato sexual y el director General de Cultura y Educación bonaerense le remarcó: "Esto permite hablar de cosas de otra manera que no se pueden nombrar en la escuela".
"No discutimos con las familias, convergemos con las familias. Aún hoy los chicos nos dicen 'estas cosas no las puedo hablar en casa', aún con familias presentes", apuntó Sileoni y, tras opinar que "la escuela es un buen lugar para escuchar a los jóvenes que a veces los escuchan pocos", acusó al comunicador de hacer "un tiro por elevación" al gobernador Axel Kicillof.
"Al Gobierno de la provincia de Buenos Aires", lo corrigió el periodista y el Ministro insistió en que "es un tiro por elevación a la educación sexual" que "previene embarazos no intencionales" y "evita abusos intrafamiliares". "La escuela no enseña prácticas sexuales, no alienta la homosexualidad o la transexualidad, no enseña a abortar. ¿Sabe lo que hace la escuela? Te acepta como sos. En eso la escuela es mejor que la sociedad. No los discrimina, no los persigue, no los mete en cana", destacó.
Además del rechazo de Feinmann, el funcionario bonaerense recibió el repudio de la Fundación Natalio Morelli, que lo denunció penalmente por la distribución de los libros. "Es una degeneración que este tipo de libros estén en las bibliotecas escolares", cuestionó en declaraciones a Radio Mitre la presidenta de la entidad, Bárbara Morelli, quien explicó que la decisión fue impulsada por la preocupación de padres y miembros de la organización que consideran que ese material podría afectar negativamente el desarrollo de los jóvenes.