Ciudad, Provincia y Nación retoman las negociaciones con el mismo objetivo (evitar la Fase 1)
Antes del viernes, autoridades opositoras y oficialistas deberán consensuar nuevas restricciones.
Tras la reunión en Casa Rosada con el comité de expertos y asesores, el Gobierno recogió recomendaciones y las trasladó a las gestiones de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia, que antes del fin de semana -cuando vence el último decreto presidencial- deberán apaciguar sus divisiones y consensuar las nuevas restricciones. En ambos lados de la General Paz, más allá de la preocupación por la segunda ola de contagios, existe la intención de evitar medidas extremas como las de Fase 1.
Los especialistas le expresaron al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, su temor por un posible desborde de las terapias intensivas en el AMBA. A su vez, sugirieron no relajar ninguna medida actual, llevar a cabo mayores controles a la circulación y restringir más actividades. Con ese posible paquete de medidas, autoridades de CABA y del gobierno bonaerense se sentarán a conversar, con la mediación de Nación, para diagramar cómo seguirá el panorama.
Puntos en común y chicanas
"Hay un descenso leve de los casos", explicó esta mañana el titular de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, en conferencia de prensa. Sin embargo, la atención está puesta también en la capacidad de las terapias intensivas y en los insumos necesarios para atender pacientes. Los casos detectados hoy, se verán reflejados en la ocupación de camas recién a fines de la semana que viene. El funcionario se expresó a favor de sumar restricciones pero que garanticen “cierta seguridad de que van a tener impacto sanitario”.
El jefe de gobierno porteño, Diego Santilli, fue otra de las voces que adelantó posibles anuncios: “Si hay más contagiosidad, si el índice R (que mide la velocidad de contagio) crece, si los contagios crecen, habrá nuevas medidas”. Además, llamó a continuar reforzando los controles a “la movilidad y a las reuniones sociales en ambientes cerrados”.
Desde Provincia, el ministro de Salud, Daniel Gollán, se mostró en una línea similar a la de Quirós en cuanto a los contagios. Sin embargo, tuvo sus reparos: “No es suficiente que la curva deje de crecer; necesitamos que baje drásticamente”. En ese sentido, expresó que deberán “pensar en nuevas medidas acotadas en el tiempo", ya que las que rigen en la actualidad “no alcanzan para evitar que el sistema se sature y colapse”. Finalmente, destacó un acercamiento de posiciones con la capital del país, pero lo hizo mediante una chicana: “Por suerte, las autoridades ahora están preocupadas”.
Consenso y la presencia de Nación
Al margen del conflicto por las clases presenciales, el gobierno porteño está abierto a consensuar las nuevas medidas con las gestiones opositoras de Nación y Provincia. El presidente Alberto Fernández también dio señales en este sentido al llamar a “dejar atrás las diferencias”. En la semana ya se trabajaba en un encuentro entre los jefes de gabinete, Felipe Miguel (Ciudad) y Carlos Bianco (Provincia). En las próximas horas habrá, seguramente, otros acercamientos oficiales y extraoficiales para delinear, inevitablemente en conjunto, un futuro de menor circulación. Aunque en público cada facción se muestre ortodoxa y haya disputas, en privado circula la misma sensación: la pandemia no da tregua y nadie quiere pagar los platos rotos.