La respuesta del Gobierno Nacional a la Iglesia por el conflicto de las 5.000 toneladas de comida confiscadas, que los representantes del clero pidieron que rápidamente se entreguen a los necesitados, llegó a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien afirmó que le gustaría tener un encuentro con el presidente de la Confederación Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, para "mostrarle la realidad". 

"El Ministerio de Capital Humano no se guarda nada. Todo lo contrario. Lo que hace es impedir que se roben la comida. Monseñor tiene que saber lo que está pasando. Es bueno poder decírselo de frente, charlar con él. Es una persona muy abierta, muy amable. Yo tuve el gusto de charlar con Ojea. Es cuestión de mostrarle la realidad, mostrarle la realidad de lo que está pasando", explicó Bullrich en diálogo con LN+.

En un comunicado dado a conocer por la Confederación Episcopal Argentina (CEA) este fin de semana, Ojea había denunciado: "Nos hemos enterado de que existen dos depósitos de alimentos en el Ministerio de Desarrollo Social [por el Ministerio de Capital Humano] que tienen 5.000 toneladas de alimentos guardados. No entro en las razones por las que están guardados, pero en un tiempo de emergencia alimentaria, esto debe llamarnos a la reflexión. Rápidamente, tienen que ser entregados".

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"El papa Francisco nos ha dicho muchas veces que hemos entrado en este tiempo en la globalización de la indiferencia", alertó el monseñor, a través de un mensaje grabado y difundido en redes sociales en el que aclaró: "No entro las razones por las que están guardados, pero pienso que en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión".

En defensa de la acción oficial, Bullrich insistió en que "hay un curro que todos conocemos desde hace 20 años" y responsabilizó a los gobiernos anteriores de signo opositor por las falencias: "Estamos rompiendo con el poder de organizaciones sociales que manejaban el dinero como si fuera propio, el poder de sindicatos que han destruido gran parte del empleo en la Argentina, el poder de empresarios que hacían las cosas a su manera, todo esto con un poder político que durante muchos años generó un modelo de pobreza".

"El kirchnerismo, en nombre de los pobres, empobreció a la Argentina", agregó la funcionaria.

En su cuestionamiento y pedido, el también obispo de San Isidro remarcó la preocupación de la Iglesia por el hecho de "que se vaya perdiendo esta sensibilidad frente a un derecho que es esencial y que es primario", e insistió: "Dios quiera que rápidamente se abran esos depósitos para que los hermanos con tantísimas necesidades puedan disfrutar de su alimento diario".

"Que este amor fraterno, especialmente a aquellos que no comen o no comen bien, y que este cuidado y esta preocupación por nuestros jóvenes para que no entren en otras adicciones, más de las que producimos en el mundo en que vivimos, tiene que ser clave para que podamos entrar en este misterio del Dios que es amor y vivir la bondad, la misericordia y la grandeza de corazón", sentenció.