Después de negociaciones a contrarreloj, el Gobierno de Brasil aceptó este miércoles representar en Venezuela los intereses de Argentina, cuyo personal diplomático en Caracas deberá cerrar la embajada y abandonar el país caribeño el jueves por orden del régimen de Nicolás Maduro.

La información fue confirmada en la noche de este miércoles por fuentes de la Cancillería brasileña y se trata de un gesto de buena voluntad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para moderar la tensión entre los gobiernos de Argentina y Venezuela, cuyo enfrentamiento recrudeció tras las elecciones presidenciales del domingo último, en las que Maduro se proclamó vencedor y que el Ejecutivo de Javier Milei considera "fraudulentas".

En los hechos, la decisión implica que Brasil tiene derecho a poner su bandera en la embajada argentina en Caracas y con ello proteger tanto los intereses nacionales como a los seis dirigentes opositores a Maduro que desde marzo pasado se encuentran asilados en esa sede diplomática, si es que quieren permanecer allí.

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En ese sentido, esta solución es similar a la adoptada durante la guerra por la soberanía de las islas Malvinas, en 1982, cuando Brasil representó los intereses de Argentina en el Reino Unido tras la ruptura de las relaciones diplomáticas.

El chavismo arremetió al punto de asediar a la embajada argentina, cuyo principal funcionario es un encargado de negocios, después de que la administración libertaria desconociera formalmente el triunfo de Maduro en los comicios, según proclamó el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano sin mostrar las actas del acto eleccionario. 

El Gobierno de Milei, a través de la canciller Diana Mondino, denunció que las elecciones presidenciales fueron "fraudulentas" en una reunión convocada de urgencia para este miércoles en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.

El cónclave, al que llamó Argentina, entre otros países, resultó finalmente un fracaso, dado que el organismo multilateral ni siquiera pudo aprobar un proyecto de resolución para que la CNE "publicara inmediatamente" en su sitio web las actas electorales, como sí hizo la opositora Plataforma Unitaria, que se adjudicó el triunfo con el 67% de los votos, contra el 30% de Maduro.

Mondino, incluso, señaló durante su intervención que el organismo multilateral debía dejar de pedir las actas al CNE, porque estos documentos ya habían sido publicados en un portal propio por la coalición que postuló a la Presidencia a Edmundo González Urrutia, con el apoyo de la dirigente María Corina Machado

Los seis asilados en la sede diplomática argentina en el barrio caraqueño de San Ignacio son Magalí Meda y Claudia Macero, jefas de campaña y de prensa de Machado, respectivamente; además de Pedro Urruchurtu, a cargo de las relaciones internacionales de Vente Venezuela, el espacio político que lidera la proscripta dirigente.

También se encuentran asilados Humberto Villalobos, estrecho colaborador de la también ingeniera; Omar González, exdiputado por Vente Venezuela; y Fernando Martínez Mottola, que no responde a Machado pero es una figura importante de la oposición.

En contrapartida, la embajadora de Venezuela en Buenos Aires, Stella Lugo, ya cerró la sede diplomática situada en el barrio porteño de Las Cañitas y se fue del país, según fuentes oficiales, y ahora Maduro debe decidir qué Gobierno representará sus intereses en Argentina, donde viven más de 200.000 venezolanos.