“Lo que hizo Borinsky es causal de juicio político”. Así sentenció Alfredo Lugones, vicepresidente del Consejo de la Magistratura, al comportamiento del juez de la Cámara de Casación Penal, luego de que El Destape publicara una investigación en la que se demuestra que el magistrado visitó por lo menos 15 veces al ex presidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos cuando éste ocupaba el sillón de Rivadavia.

“Cada uno puede tener los amigos que quiera, pero no debe afectar la imparcialidad en la justicia”, agregó el funcionario. Ese comentario da justo en la tecla: Borinsky intervino en casi todas las causas contra Cristina y esas visitas coinciden con fechas de fallos en diversos casos de resonancia mediática.

Algunos de ellos son la reapertura de la denuncia del fiscal Alberto Nisman, la ruta del Dinero K, la causa Dólar Futuro, la causa por la Obra Pública de Vialidad en Santa Cruz y el caso Ciccone contra Amado Boudou.

Todas las visitas del juez quedaron marcadas en los registros de la Casa Militar de la Quinta presidencial. Juegos de paddle, tenis y fútbol fueron la excusa para esos encuentros que, de mínima, estaban flojos de ética. 

Más jueces y fiscales implicados

En los registros constan también reuniones de Macri con el juez de Casación Gustavo Hornos, quien compartía causas con Borinsky y ya había sido denunciado penalmente ante en Consejo de la Magistratura por haber visitado al ex mandatario en Casa Rosada. El denunciante fue Martín Soria, entonces diputado y actual ministro de Justicia.

A este dúo se suma el fiscal de Casación Raúl Plee, quien también concurrió a la casa presidencial. Se trata de un personaje clave, vinculado con Macri desde su época en Boca, que intervino en causas contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y en el intento por apartar al juez Alejo Ramos Padilla de la causa por espionaje ilegal en el gobierno de Cambiemos.

La lista de invitados no se agota en la justicia: también incluye a periodistas como Jorge Lanata y Luis Majul. Y a nada menos que el jefe de los servicios de Inteligencia, Gustavo Arribas.

¿Qué dijo Borinsky?

Al ser consultado por El Destape, el juez Borinsky delegó culpas diciendo que lo de jugar al paddle o al fútbol con Macri “lo pusieron los chicos de adelante” en referencia al personal encargado del ingreso a la Residencia de Olivos. Además, justificó que como presidente de la Comisión de Reforma del Código Penal de la Nación se reunía con funcionarios del Ejecutivo. Algo similar explicó en relación a sus ingresos a la Casa Rosada, alegando que en los registros figuraba como que había ido a ver a Macri cuando en realidad visitaba al secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas.

La investigación deja en evidencia la relación estrecha -por decir lo menos- entre el ex presidente y la Justicia, justo cuando Juntos por el Cambio pone el grito en el cielo por las reformas que el Gobierno quiere tratar en el Congreso, asegurando que lo que se busca es la impunidad de Cristina. No olvidemos las masivas marchas en nombre de la “República” que se llevaron a cabo a lo largo y a ancho del país, pidiendo por una “justicia independiente” del Poder Ejecutivo. ¿Doble vara?

Opositores marchan por la
Opositores marchan por la

Irónicamente, el caso recuerda a cuando acusaron al juez federal Sebastián Casanello de reunirse con la actual vicepresidenta en la Quinta de Olivos para apartarlo de la investigación por lavado de dinero contra Lázaro Báez. Tiempo después, los testigos admitieron haber mentido.