Después de un leve repunte de diciembre por la organización del G20, la imagen de Mauricio Macri volvió a caer en el comienzo del año, incluso con el dólar estable y un descenso significativo de la inflación, todavía en niveles muy altos. Pese a que la aprobación del primer mandatario se encuentra en su piso histórico desde diciembre de 2015, en Casa Rosada confían en que el líder del PRO aún cuenta con los votos de un 40% del electorado.

Para los encargados de la campaña del presidente, la imagen positiva de Macri puede estar en los mínimos históricos, pero eso no se convalida en las urnas, incluso si los comicios fuesen hoy. ¿Por qué? Los datos que miran en la Rosada son la intención de voto del primer mandatario y el rechazo que genera Cristina Kirchner.

El voto de los descontentos


Firmes en la apuesta por la polarización, los dirigentes de Cambiemos asumen que, en última instancia, los votantes anti kirchneristas votarían por Macri, incluso aquellos que desaprueban su gestión. Por eso, afirman, la imagen positiva de Macri podría ser más baja que su caudal electoral en última instancia.

Un dato que aporta optimismo en el seno presidencial es que la agenda pública sigue siendo manejada por el Gobierno: Venezuela, la corrupción kirchnerista y la inseguridad siguen siendo los tres ejes de discusión principal de la esfera pública. En los tres puntos, entiende en oficialismo, su postura es la mejor recibida por el electorado.

Párrafo aparte merece el primer ítem mencionado: la crisis venezolana. La apuesta del Gobierno en este punto tiene dos partes: la primera es contrafáctica: el país de Maduro se transforma en un "qué hubiese pasado si seguía Cristina”. Por otro lado, la ratificación del apoyo de dirigentes kirchneristas hacia el presidente venezolano, en contraste con varias potencias mundiales, sirve al oficialismo para mostrar una ausencia de "autocrítica” y "apertura al mundo” por parte del partido de la expresidenta.

La primavera de los mercados


También aporta optimismo al oficialismo el espaldarazo de los mercados: un riesgo país que bajó de 830 a 666 puntos, un Merval que arrancó el año acumulando una suba del 15%, un dólar controlado y una tasa de interés que, aunque levemente, baja. Según ElCronista, la postura del kirchnerismo frente a la situación venezolana despeja toda duda para los mercados: el candidato es Macri.

Peña sigue de cerca a Lavagna


De esta manera, el oficialismo confía en ganar la elección incluso con votos de aquellos que desaprueban la administración de Macri, pero que temen y rechazan aún más un nuevo gobierno de Cristina. Por eso, el rumor que corre cada vez más rápido en Casa Rosada es que Marcos Peña mirá con atención una eventual candidatura de Lavagna, con una imagen negativa mucho menos explotable que la expresidente. Aunque la intención de voto del economista es menor que la de CFK, podría ganar las elecciones con el mismo plan que Macri piensa vencer a la dirigente de Unidad Ciudadana: con los votos de aquellos que no quieren corrupción, pero tampoco cuatro años más de ajuste.