A un mes y medio de dejar la Presidencia, Mauricio Macri reapareció en público. Fue en un encuentro íntimo con militantes del PRO, en la localidad sureña de Villa La Angostura. El ex jefe del Estado esbozó una autocrítica sobre la cantidad de deuda que tomó durante su mandato y se congratuló por las marchas del #SíSePuede con las que remontó 8 puntos respecto al resultado de las PASO y alcanzó el 40% de los votos.

La charla con referentes de su partido significó la primera actividad política desde que se despidió de la Casa Rosada y abrió la puerta a un posible retorno al ruedo. En este sentido, le envió una advertencia al kirchnerismo. "Nos dejó con esta sensación amarga de no haber podido continuar, pero convencidos de que no nos van a llevar puestos. Esta vez no nos van a llevar puestos como en el 2001", sostuvo.

"La verdad de los últimos 30 días, de estar anímicamente destruido por este año y medio, fue una experiencia increíble. Me llevaba la energía de todos ustedes. Era impresionante lo que sentíamos y vibrábamos", recordó, en alusión al último tramo de la campaña, en la que recibió el cariño de los militantes en más de una treintena de ciudades del país.

En otro apartado de la conversación, el líder del PRO ensayó un meaculpa por los cuantiosos niveles de deuda que tomó en su gestión, los que dejaron a la Argentina en una situación de cuasi default con el FMI y los acreedores privados.

"Yo siempre les decía a todos, cuidado que los mercados no te dan más plata y nos vamos a la mierda. Sentí que tenía sobre mi cabeza a los 44 millones y sabía que que no íbamos a poder seguir tomando deuda eternamente, que no podía para ningún lado achicar ese gasto, mismo dentro de Cambiemos había problemas. No se puede tomar deuda eternamente, hay que corregir esto. Después, cuando vino, fue un año y medio que fue una pesadilla", reflexionó.

Un mes de silencio

Desde que le traspasó el mando a Alberto Fernández, Macri dividió sus últimos días de 2019 entre el descanso en la quinta Los Abrojos y un breve viaje a Qatar, en donde asistió a algunos partidos del Mundial de Clubes. En Navidad, publicó un mensaje en sus redes sociales, en el que llamó a entrar "en esta época nueva que comienza, con la alegría y la convicción de saber que el cambio nos llevará al destino que anhelamos".

En lo que va del 2020, se instaló, como todos los años, en Villa La Angostura, y se llamó a silencio. Tan sólo se lo vio en una foto publicada por su esposa, Juliana Awada, mientras recorrían el Lago Gallardo; y en un video que grabó una vecina neuquina, en la que lo captó jugando al tenis sin remera en una cancha de polvo de ladrillo.

La ex primera dama es la encargada de mostrar en su cuenta de Instagram cómo transcurre la estadía familiar en la tradicional villa patagónica: almuerzos al aire libre, caminatas por bosques de cipreses, lengas y ñires y paseos en canoa por lagos cristalinos.