Aníbal y Berni: los blancos de la oposición para la campaña electoral
Juntos redobla la apuesta con una nueva estrategia que apunta a los ministros de Seguridad nacional y bonaerense. El oficialismo se defiende y culpa a la Justicia por los presos liberados.
Con el propósito de estirar la brecha sobre el oficialismo en las elecciones generales del 14 de noviembre, la coalición arremete cuestionando -y denunciando- la polémica actitud de Aníbal Fernández y los casos de inseguridad.
En Juntos consideran que no hay mucho trabajo por hacer porque con el “nivel de declaraciones” del oficialismo, la campaña se hace sola. "Cada vez que un ministro del Gobierno habla se entierran 200 metros más", sostuvo el candidato de la Ciudad, Martín Tetaz. Y agregó: "Se están pegando un tiro en el pie todos los días”. Esto último, por el escándalo que despertó el duro cruce entre Aníbal Fernández y Nik en Twitter.
Anoche, en el debate Ciudad, la candidata María Eugenia Vidal sorprendió en su presentación: “Quiero pedirle al Presidente que le pida la renuncia a Aníbal Fernández. Lo que pasó es inaceptable, cruzó un límite”, expresó sobre lo sucedido con el humorista gráfico.
Además, el espacio ya había manifestado su repudio ante la amenaza del ministro de Seguridad: “No está a la altura del cargo. El ministro debería no solo pedir disculpas, sino poner a disposición del Presidente su renuncia indeclinable”.
Sumado a ese episodio, que no solo tuvo la desaprobación de todo el arco político opositor, sino que también de propios dentro del justicialismo, se sumaron dos hechos de violencia de gran resonancia en las últimas horas. Ambos fueron en la Provincia de Buenos Aires: el primero, el asesinato de un subcomisario de la Policía de la Ciudad de dos balazos en el pecho, en Caseros. El segundo fue en Quilmes y tuvo que ver con el crimen de un joven de 17 años a quien apuñalaron en el pecho.
“Juntos” en acción
“El ministro de Inseguridad Fernández se ocupa de amenazar gente y el de la Provincia de comentar las noticias”, disparó la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. Y continuó: “A Lucas lo mató un delincuente con antecedentes. Que no les tiemblen las manos para defender a los ciudadanos”, indicó al Gobierno.
Por su parte, el diputado nacional y presidente del bloque de la UCR Mario Negri (Córdoba) escribió: “Aníbal Fernández amenazó a Nik, puso en riesgo a su familia y al colegio de las hijas haciendo abuso de poder desde el Estado. Mientras, en Quilmes, la ciudad que él gobernó, asesinaron a un chico que iba al colegio por robarle la bicicleta”, y arremetió: “No hay Gobierno, hay desgobierno”.
En la misma línea, el diputado mendocino de la UCR, Luis Petri, cuestionó: “El Gobierno es responsable de la escalada de inseguridad. Es consecuencia directa de la liberación de 4.500 presos peligrosos”.
Con este panorama que tiene a Sergio Berni y Aníbal Fernández como los blancos de las críticas, en la oposición afilaron la campaña con el foco puesto en la seguridad. De hecho, en la Provincia esta es una consigna que Diego Santilli viene repitiendo en cada recorrida. “Hay que sacar a los policías a la calle”, reclamó el candidato bonaerense en una recorrida por San Fernando ante el avance de la inseguridad y la delincuencia.
Seguridad vs. Justicia
El Gobierno busca desligarse de los hechos de violencia y apunta a la Justicia. “Les pido a los jueces que colaboren porque las fuerzas de seguridad no dan abasto para estar en todos lados”, expresó el ministro Aníbal Fernández. En ese sentido, pidió explicaciones al magistrado que “dejó salir” al preso que estaba detenido por robo y que terminó matando al joven de Quilmes.
En sintonía, el ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, dijo: “Tenemos jueces y fiscales que trabajan muy bien, pero hay otros que no”. Además, el funcionario bonaerense pidió más “inversión” en Justicia y “sacar a los que no funcionan”.
Tras los sucesos de inseguridad, el gobernador Axel Kicillof aclaró: “Ni pongo presa a la gente ni la libero. Eso es un tema exclusivamente judicial”. A la vez, fue contra su antecesora, María Eugenia Vidal, y aseguró que "el sistema penitenciario bonaerense tiene 25 mil lugares y lo recibimos con 50 mil presos".