Junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, y 16 gobernadores –algunos de forma virtual–, el presidente Alberto Fernández brindó un encendido discurso en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada y en el marco de la presentación de obras de infraestructura científica y tecnológica. Sus palabras, que procuraron mostrar firmeza, se dan en medio de una corrida cambiaria cuyo techo se desconoce y una incertidumbre política que preocupa a los propios. ¿Qué dijo?

El Presidente junto a algunos de los ministros y gobernadores presentes en el acto.
El Presidente junto a algunos de los ministros y gobernadores presentes en el acto.

Reconocimiento. En una semana en la que el dólar se disparó más de $100, las medidas lanzadas por el Gobierno para frenar la escalada fueron insuficientes. Para despejar las hipótesis de parálisis en la Casa Rosada, el mandatario reconoció: “Somos muy conscientes de los problemas macroeconómicos que tenemos”. En ese sentido, agregó: “Tengo presente el contexto difícil que vive la Argentina, que no lo descuido”.

Poner el pecho. “Heredé una deuda de U$S 100.000 millones que alguien tomó. Le puse el pecho y empezamos a resolverlo. A ninguno de los problemas escapé. Superé esa deuda, tuve que discutir con el FMI y superé los problemas que me generaron. Todo eso lo tuve que hacer en medio de una pandemia, donde nadie sabía cómo sobrellevarla. La superamos y volvimos a crecer”, rescató con orgullo Fernández.

Tranquilidad. Para transmitir calma en medio de la corrida cambiaria, el Presidente sostuvo: “Quédense tranquilos, estamos trabajando”. A su vez, prometió: “Como superamos todos los problemas que superamos, vamos a superar estos también”. Por último, anticipó: “Tenemos las herramientas para hacerlo, y estamos innovando en otras para poder salir del brete en el que el mundo nos ha metido”.

Contra lo especuladores. Sobre el final de su discurso, Fernández apuntó contra el agro, a quienes acusó de “especular con el dólar” y de “guardar $S 20.000 millones en el campo y no los liquidarlos, esperando una mejor rentabilidad”. Sobre esto, el jefe de Estado enfatizó: “A cada uno de esos desafíos, sepan todos, les voy a poner el pecho. Los voy a superar”.

Firmeza. La crisis económica y política generó que muchos aprovecharan la situación para señalar la debilidad del Gobierno. Así, el mandatario envió un mensaje tanto al campo, como la oposición y los sectores de la sociedad no afines a la Rosada. “Sepan que los que me quieren torcer el brazo, no me van a torcer el brazo”.