A un día del segundo debate presidencial con vistas a las elecciones del 22 de octubre, Sergio Massa cerró este sábado en la localidad de González Catán una caravana que comenzó en Berisso y recorrió varios municipios del Conurbano bonaerense con el fin de reforzar la relación del oficialismo con los barrios populares y contrarrestar el avance del candidato Javier Milei en el principal bastión del peronismo.

Hoy les vengo a pedir que me ayuden. Argentina tiene por delante enormes peleas. Tenemos que mejorar la distribución del ingreso. Estamos muy atrasados respecto de cómo quedó en diciembre de 2015, cuando Cristina Kirchner dejó el Gobierno”, señaló el candidato de Unión por la Patria antes de repasar las últimas medidas que impulsó desde el Ministerio de Economía, como la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias y la devolución del IVA en la compra de los alimentos de la canasta básica.

“Pero todo esto no alcanza. Y tenemos que ir por más. Para eso necesito que me ayuden”, aseguró el aspirante presidencial.

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“Lo que está en discusión es si los trabajadores tienen derecho a la indemnización y a las vacaciones pagas o volvemos a la esclavitud. Tenemos que defender a nuestros trabajadores”, resaltó Massa antes de insistir en que convocará a un gobierno de unidad nacional si logra imponerse en los comicios. 

“Quiero que nos preparemos para abrazar a aquellos radicales, a aquellos socialistas, a los independientes, a los hombres de trabajo y a los empresarios que crean en un proyecto nacional, para que sean parte de nuestro gobierno de unidad nacional. Tenemos la responsabilidad de hacer una nueva etapa desde el 10 de diciembre. El 22 de octubre ganamos, compañeros”, arengó.

Tras un evento en el barrio porteño de Bajo Flores, la comitiva de Massa y del diputado Máximo Kirchner se trasladó hasta González Catán para subirse al camión en el que se trasladaba el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien horas antes había dado inicio a la caravana en Berisso, acompañado por la vicegobernadora, Verónica Magario, y la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, entre otros dirigentes.

Con toda la liturgia justicialista, bombos, papelitos, humo celeste y blanco y fuegos artificiales, la caravana partió cerca del mediodía desde la intersección de las calles Nueva York y Marsella, identificada como el “kilómetro 0 del peronismo”, y finalizó con el acto en la plaza Dorrego, en González Catán.

Kicillof calificó de “históricos y decisivos” los comicios generales del 22 de octubre y agregó: “Estamos dando el empujón final que llevará a Sergio a la Presidencia”.

Massa cerró la caravana en un alto de su preparación para el segundo debate presidencial que se llevará a cabo este domingo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde mantendrá una picante contienda con los restantes postulantes a acceder a la Casa Rosada: Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda).