En plena pandemia, el Congreso de la Nación es otro foco de conflicto. Es que si bien tanto oficialistas como opositores remarcan la necesidad de reabrir el debate en el recinto, las posiciones entre los distintos bloques aún son bastante distantes. Entre los diferentes criterios, aparece en primer lugar la implementación (o no) de las sesiones virtuales.

Sergio Massa fue quien dio el primer paso. O, al menos, uno de los primeros. Luego que se sancione el aislamiento social obligatorio, el presidente de la Cámara de Diputados insistió en mantener el trabajo parlamentario, en especial, a través de la modalidad del teletrabajo. Por caso, ya van más de una decena de reuniones que acordó Diputados con ministros e integrantes del Ejecutivo nacional.

Massa sesiones virtuales
Massa sesiones virtuales

Y en el despacho del presidencia de la Cámara Baja destacan esta modalidad por videoconferencia, la misma que utilizó el propio Massa -el último sábado- para reunir a los dirigentes del Frente Renovador. El tigrense destacó el alcance de las reuniones virtuales ("una herramienta al servicio de la democracia", elogió) y ubicó al lunes 27 como fecha clave para el futuro legislativa: invitó a los jefes de bloque para definir la próxima sesión de Diputados. No impuso nada, aunque dejó la pelota picando: "La discusión es sí subimos a la Argentina y al Parlamento a la era digital, o seguimos en la era vieja".

También, en la reunión con su tropa, el ex titular de la ANSES no ahorró en su defensa al Gobierno, con un mensaje, al menos, bastante gráfico.

¿Sesiones virtuales o presenciales?

Claro está que en el Frente de Todos apoyan la estrategia de Massa. Pero, en la otra esquina, el bloque opositor sigue planteando reparos: es que aún con la sangre en el ojo por el Suarez Lastra gate  Juntos por el Cambio remarca que si bien no descartan las sesiones virtuales, insisten que para lograr esa resolución, se debe debatir, primero, de forma presencial.

En ese sentido, ya se empezaron a ver las caras de la estrategia opositora. Algunos legisladores cargaron combustible y ya emprendieron el viaje hacia la Ciudad. La intención, cuentan, es reunirse el martes 27 en las proximidades del Congreso con un sólo mensaje: que haya sesión presencial. Habrá que ver cuántos diputados finalmente alcanzan la meta.

"En la reunión parlamentaria vamos a pedir que se debata en el Congreso, con los protocolos correspondientes. Aún falta mucho para que se garanticen todos los derechos de manera virtual", expresaron a El Canciller desde el despacho -online- de uno de los jefes del bloque de Juntos por el Cambio.

En el Frente de Todos recogieron el guante. "Es insólito que los mismos que querían voto electrónico ahora duden de una pantalla", respondió, con una pequeña chicana, un legislador bastante cercano al Instituto Patria.

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Senado

Aún con distintos métodos, en la Cámara Alta la situación es similar que en Diputados. Cristina ¿festejó? el fallo de la Corte anunciando que habrá sesiones virtuales "y nadie podrá cuestionar esa modalidad", comentó.  Esa visión es compartida por distintos constitucionalistas, incluso, aquellos que mantienen una distancia exponencial con la ex presidente, por ejemplo, Andrés Gil Domínguez.

Y si bien la vicepresidenta expresó, en su cuenta de Twitter, que la lógica de las videoconferencias será "para la sanción de las leyes", en plural, es difícil que desde la presidencia del Senado se piense en otro proyecto que no sea el impuesto a la riqueza, que presentaría Carlos Heller en la mesa de entradas de Diputados. Desde la Quinta de Olivos ya le dieron luz verde al anteproyecto que ideó Máximo Kirchner.

Sin embargo, los frente de batalla son aún mayores. El bloque opositor remarca lo mismo que en Diputados -se dice que la voz cantante la lleva Martín Lousteau, uno de los pocos senadores que no entra en la edad de riesgo- pero también se le suma el fuego de "aliados": cuatro legisladores peronistas, que remarcaban su condición de "independientes" cuando se realizaban los poroteos, aseguraron que no acompañaría el proyecto. Estos son Carlos Reutteman (Santa Fe), Juan Carlos Romero (Salta), Clara Vega (La Rioja) y Lucila Crexell (Neuquén).

Legislaturas provinciales

Al igual que en el Congreso Nacional, al interior de las provincias la labor parlamentaria no tiene uniformidad. En algunos distritos -Ciudad de Buenos Aires, La Pampa y Tucumán, por caso- volvieron a sesionar, pero con extremas medidas de prevención. En la Legislatura porteña el pleno se realizó en un salón especial que permitió que los legisladores respetaran el distanciamiento: no hubo ningún representante sin barbijo.

Otra provincia que ya volvió a las sesiones es Mendoza, aunque en este caso lo hicieron de manera virtual. La Cámara de Diputados y el Senado mendocino ya tuvieron sesiones online semanas atrás, y las comisiones siguen funcionando de esa manera. San Luis, San Juan y Salta, por su parte, ofrecen un "mix" entre diputados que asisten y aquellos que observan desde su casa.

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En el otro extremo aparecen distritos como Misiones, Entre Ríos o Jujuy, quienes ya avisaron que no volverán a la actividad mientras continúe el aislamiento social obligatorio. La madre de todas las batallas se encuentra, justamente, en la Provincia de Buenos Aires: si bien se realizan reuniones virtuales, desde el oficialismo no hay una señal clara acerca de cuándo la Legislatura provincial volverá a sancionar. Al igual que en la cámara Alta nacional, Juntos por el Cambio exige se abran las puertas del recinto.