Luego de haber cumplido más de la mitad de su condena, el padre Julio César Grassi solicitó este martes el beneficio de la libertad condicional ante el Tribunal Oral N°1 de Morón, que lo había sentenciado a 15 años de prisión en junio de 2009 tras ser encontrado culpable de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores en un caso ocurrido en la Fundación Felices los Niños, que manejaba, ocurrido en 1996.

Desde la querella anticiparon que se opondrán al pedido. “Todavía no fuimos notificados de la solicitud de la defensa. En caso de que ello ocurra, vamos a presentar nuestra oposición porque creemos que no están dadas las condiciones para que salga en libertad”, aseguró el letrado Juan Pablo Gallego, quien había comunicado en abril de 2022 la extensión de la condena hasta mayo de 2028.

El padre Grassi había recibido una condena en el “caso Gabriel”, agravada por su condición de encargado de la educación y de la guarda del niño.

En noviembre del año 2000, Grassi fue denunciado a través de una carta anónima por diferentes casos de abuso sexual contra chicos de la Fundación Felices los Niños, de la que estaba a cargo.

Sin embargo, no fue hasta el 23 de octubre de 2002 que se solicitó su detención, luego de que saliera a la luz un informe periodístico llamado “Con los chicos, no”, en el que tres testigos revelaron cómo fueron obligados a tener relaciones sexuales con el cura, cuando eran menores de edad.

Tras la difusión de los testimonios, Grassi desmintió todas las acusaciones, pero más tarde se fugó y en 2009 logró ser condenado, solamente por uno de los casos. El padre mantuvo su libertad, de manera vigilada, hasta que en 2013 la sentencia en su contra quedó firme.

Los requerimientos para considerar la libertad condicional son evaluados en base a las calificaciones de conducta y concepto expedidas por el Servicio Penitenciario y a los antecedentes del imputado. Pero también se tiene en cuenta si realizó actividades laborales, culturales y ocupacionales durante la condena. 

En la actualidad, el eclesiástico, de 67 años, está encerrado en la Unidad 41 de Campana y hace cuatro meses se recibió de abogado.

Los jueces deberán evaluar si el padre Grassi tiene el derecho de cumplir el último tramo de la pena en libertad, ya que debería ser excarcelado en 2028.