Un grave episodio sacude al fútbol argentino, luego de que una joven de 24 años denunciara por abuso sexual a cuatro jugadores de Vélez Sarsfield tras el partido que jugó el Fortín de visitante ante Atlético Tucumán, el sábado pasado por la Copa de la Liga. Ante esto, la directiva del conjunto de Liniers decidió apartarlos "de manera preventiva" del plantel profesional. 

"En el marco del protocolo de actuación en casos de violencia por motivos de género de la Institución, se informa que se ha decidido separar de manera preventiva del plantel profesional a los jugadores mencionados en la denuncia, Sebastián Sosa, Braian Cufré, Abiel Osorio y José Ignacio Florentín", explicó el comunicado oficial del club.

Además, la dirigencia "se puso inmediatamente a disposición de la Justicia de Tucumán para aportar toda la información y los elementos relevantes para poder contribuir a la investigación y esclarecimiento del caso y determinar las responsabilidades correspondientes".

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La demanda fue presentada en la Unión Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual I de Tucumán y acusa a Sosa, Cufré, Florentín y Osorio. El hecho habría ocurrido en la madrugada del 3 de marzo, horas después del encuentro correspondiente a la octava fecha del torneo argentino. 

"Estamos en la etapa más importante que es la de investigación y es fundamental preservar a la víctima", señalaron a El Canciller fuentes cercanas al expediente.

La mujer habría detallado, según precisó el diario La Gaceta de Tucumán, que el último sábado, cerca de las 22, recibió la invitación a través de Instagram de Sosa, uno de los futbolistas del equipo porteño, "para que se presente en el Hotel Hilton, donde concentraba la delegación". 

De acuerdo a lo redactado en la denuncia, cuando la joven periodista llegó a la habitación 407, se encontró con el arquero y otros tres futbolistas -Cufré, Osorio y Florentín-, con los que habría compartido algunas bebidas alcohólicas. 

Con el correr de los minutos, según consignó lo relatado a la Justicia, se sintió mareada y se recostó "en una de las camas como adormecida", donde aseguró que fue "abusada sexualmente sin ningún consentimiento". 

Ante esto, la fiscalía dispuso que se le lleven a cabo exámenes médicos a la denunciante y solicitó las extracciones fílmicas de las cámaras de seguridad del hotel. Además, la periodista presentó la ropa que utilizó aquella noche, para que sea sometida a los peritajes correspondientes.