En las últimas horas, la policía de Santiago del Estero decidió apartar a 62 efectivos por haber dado positivo en el examen toxicológico realizados por la secretaría de Seguridad, en el cual se constató que consumían marihuana y cocaína.

De acuerdo con lo anunciado por las autoridades, se llevaron a cabo dos estudios de este tipo. El primero se realizó "al azar" a 190 trabajadores hace dos meses, cuando se registraron 33 positivos. En el segundo, hace dos semanas, se testeó a 150 oficiales superiores y jefes de departamentos y divisiones, de los cuales 29 fueron detectados como consumidores de esas sustancias.

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Sobre los resultados de estos análisis, las autoridades de la provincia confirmaron que los trabajadores "fueron puestos en disponibilidad preventiva, separados de la fuerza de seguridad y se les retuvo la pistola reglamentaria y la credencial".

Además, agregaron que cobrarán el 50% de sus haberes mientras continúe el sumario administrativo, el cual finalizará tras el resultado de una contraprueba en el laboratorio del Ministerio Público Fiscal.

En cuanto a los demás efectivos de la provincia, se estima que serán analizados con el correr de los días para determinar si están aptos para portar un arma y tomar decisiones.

En relación con los controles, el abogado Marcelo Castillo Gioya, defensor de cinco de los 29 efectivos apartados, comentó: "Es necesario este tipo de chequeos, ya que deben estar preparados para atender situaciones límite. Y el consumo de sustancias, aunque lo hagan en su ámbito privado, interfiere con el tipo de acciones que deben tomar". 

"Como abogado voy a revisar que este sumario administrativo sea conforme a derecho, teniendo en cuenta los principios constitucionales", agregó en diálogo con Radio Panorama.