Eduardo Benicelli, padre de uno de los condenados a cadena perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio después de más de cuatro años, y aseguró que su hijo no lo mató: "Me gustaría que se haga justicia, todo el mundo pide justicia, pero esto que se hizo de mandar a un chico de 20 años a que no salga más de la cárcel, no es justicia". 

En una entrevista exclusiva con Telenoche, Eduardo enfatizó: "Mi hijo no mató a Fernando, te aseguro que no. Es lo primero que me dijo la primera vez que lo vi en prisión, y le creo".

"Siento indignación y bronca. Le pusieron un apodo que nada que ver (por rugbier), y después la palabra asesino es muy fuerte. En una charla muy personal, me dijo que está seguro que no lo mató. La Justicia puede decir algo, pero los hechos dicen otra cosa", sostuvo. 

Mientras observaba una grabación sobre el ataque a Fernando, señaló a un joven con camisa blanca e indicó que se trataba de su hijo: "Miro los videos como los mira todo el mundo y en ningún lado lo veo que esté pegando, está lejos del chico fallecido". 

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"Matías era un chico que estudiaba a la mañana, salía del colegio y se iba a trabajar conmigo al taller. Amaba el taller y amaba estar en el taller con nosotros. Trabajamos todo el día de corrido, teniendo la oportunidad de irse a la casa porque estaba cerca", recordó emocionado sobre la vida antes del crimen que conmocionó a la sociedad en enero de 2020, cuando un grupo de jóvenes molió a golpes y patadas a Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. 

A la hora de detallar la planificación del viaje de Matías y sus amigos a la costa aquel verano reveló: "Un día me dijo que se quería ir con estos chicos, que alquilaban una casa e iban a estar una semana de vacaciones. Estaba preocupado como cualquier papá que tiene un hijo que sale a la calle a la noche".

"No me enteré a la noche (sobre el crimen), me enteré a la mañana. Mi señora viene a mi lugar de trabajo y me dijo que Mati no llamó para avisar que había llegado. Le dije ‘negra, no seas dramática, él sabe que me tiene que llamar’. Al rato vuelve y me dijo que hubo una pelea en Gesell y que había un chico muerto, en un primer momento pensé que era él", continuó. 

Siguiendo con el relato, contó que se enteró "por los medios" y decidió "agarrar el auto" y salir a buscarlo: "Me fui hasta Gesell, primero me puse en el rol de papá, hay una familia del otro lado". "También pensé que podía haber sido mi hijo", confesó respecto de la incertidumbre inicial sobre quién era el fallecido. 

Al recordar el primer momento que observó a Matías preso, dijo: "Mirarlo a través de una reja fue horrible. Diez personas en un metro por un metro como animales, todos tirados en el piso, fue horrible. Nunca pensé vivir algo así, nunca pensé estar en una situación como esta".

"No pude hablar con Matías sobre lo que pasó esa noche, no le pregunté, pero llorando me dijo ‘papá, yo no lo maté'. Esa fue toda la charla, fue lo que me contestó a través de una reja", manifestó entre lágrimas.

"Me encantaría poder volver el tiempo atrás, pero lamentablemente no se puede. Me encantaría que esta familia (por la de Fernando) hubiese conocido a Matías antes que esto y no después de esto. Estoy seguro de que no es un asesino", agregó. El padre del condenado pidió "justicia" y aclaró sobre su hijo: "Si tiene que pagar algo que lo pague, pero por lo que hizo, no por lo que no hizo". "Escuché que la madre de Fernando también dijo que paguen los que fueron, y está bien. No sé quién fue o quién no fue, pero se que mi hijo no fue", insistió. 

A comienzos de abril, el joven Benicelli fue el primero en romper el pacto de silencio que el grupo encarcelado mantuvo desde el homicidio el 18 de enero de 2020, al cambiar a su representante legal y apuntar al abogado anterior, Hugo Tomei: "Fuimos persuadidos de designarlo para mi defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados".

Benicelli y Máximo Thomsen decidieron el cambio cuando se ratificó su condena a prisión perpetua junto a la de otros tres de los imputados -Enzo Comelli, Ciro y Luciano Pertossi-; y la pena de 15 años para Ayrton Violaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi por ser partícipes secundarios. Desde entonces, Carlos Attías es el nuevo representante del joven al que ahora salió a defender en los medios su papá.