Hace exactamente cinco años, un grupo de rugbiers asesinó en manada a Fernando Báez Sosa en las afueras de Le Brique, un boliche de Villa Gesell. Máximo Thomsen, apuntado como el líder y quien le asestó al joven estudiante de Abogacía una de las patadas que lo dejó sin vida, escribió una carta desde la cárcel y manifestó que la condena que recibieron "no sirvió en lo más mínimo" para concientizar a la sociedad sobre la violencia.

"Creo que lo que intentaron hacer con nosotros, como una condena ejemplar para que deje de haber violencia en los jóvenes y en la sociedad, no sirvió en lo más mínimo, porque sigue sucediendo y con más frecuencia y es algo que a uno lo lastima más, porque no se encuentra ninguna solución a este problema social", expresó el homicida en un texto enviado a Clarín.

El exrugbier contó que no la pasa bien "en estos días", siendo que se cumplen "cinco años de aquella noche trágica para todos", y "más que nada" porque sigue viendo en los diarios "las noticias de las peleas afuera de los boliches sin importar" todo lo que pasó.

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Por otro lado, indicó que convive en un pabellón de la Alcaidía Nº3 de Melchor Romero con el resto de los condenados y precisó que comparten el patio y las visitas, además de tener un "seguimiento psicológico una vez por semana".

"Tengo el acompañamiento de mi familia y mis amigos. En pareja no estoy, pero sigo en contacto (con ella) por el afecto que nos tenemos", concluyó.

Thomsen, de 25 años, fue condenado a cadena perpetua como coautor del crimen, lo mismo que Matías Benicelli (25), Enzo Comelli (24), Luciano Pertossi (23) y Ciro Pertossi (24). Blas Cinalli (23), Ayrton Viollaz (25) y Lucas Pertossi (25), por su parte, fueron sentenciados a 15 años de prisión por ser "partícipes secundarios".

Las penas fueron establecidas después de un extenso juicio llevado a cabo en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores el 6 de febrero de 2023. Además, la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires ratificó la decisión, pero eliminó el agravante de alevosía.