A 9 años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, la investigación continúa su marcha, aunque lejos de aproximarse a una definición. En las últimas horas, el técnico informático Diego Lagomarsino, quien le entregó el arma, generó polémica al responder a una serie de tuits en X. Hasta el momento, lo único que determinó la Justicia es que se trató de un asesinato, pero no quién o quiénes lo perpetuaron.  

“Nisman se autodisparó. Habría que saber por qué. El tema es que si se investiga a su entorno puede haber sorpresas y no las quieren”, contestó a un tuit de El Canciller.

Más tarde, retrucó a una publicación del periodista Eduardo Feinmann: “Es increíble como se usa a la Justicia de acuerdo a si lo que dice sirve o no a la creencia de cada uno. Sabés que se basan en una pericia trucha de GNA, que por eso no la elevan a juicio oral. Desde 2017 que esperamos eso y no ocurre. No hay pruebas reales de homicidio”.

"Si la Justicia dice lo que quiero, vale. Si la Justicia dice algo que no quiero, la Justicia es mala. ¿Creemos o no creemos en ella? Cuando se decía suicidio no decían que la Justicia dijo eso... Vaaaaaamo cheee, que se nota mucho!", continuó. 

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A un posteo de Radio Mitre, en el que remarcaron que el fiscal de la Cámara Criminal y Correccional, Ricardo Sáenz, aseguró  que “a Nisman lo mataron”, citó: “Con una pericia trucha de GNA que no se animan a llamar a declarar a sus peritos porque van en cana. Peritos internacionales se burlan de ese trabajo. Así manejan a la Justicia. Son de cuarta. No les importa la verdad, solo sus intereses. Pobre Nisman, cómo lo usaron...”. 

Por último, Lagomarsino decidió contestarle a una placa de @indignadoxd en la que subrayaron que "se reabrió la causa contra Cristina por el Pacto con Irán, el caso que le costó la vida al fiscal Nisman”: "Excelente que se eleve a juicio oral así se ven las ‘pruebas’. Lo mismo pedimos en 2017 en la causa por la muerte de Nisman, pero tienen claro que la pericia de GNA es trucha y no dura 5 minutos en un juicio. Así las cosas".

Cómo sigue la causa

La investigación para saber qué es lo que realmente sucedió ese 18 de enero de 2015 dentro del departamento del fiscal federal Alberto Nisman, continúa su curso. Si bien para la Justicia se trató de un asesinato, no se pudo determinar quién o quiénes lo llevaron a cabo. Solo se sabe que Nisman murió por un disparo en la cabeza y que Lagomarsino le entregó el arma.

Cinco años y medio atrás, la Gendarmería Nacional -que dependía por entonces de la ministra de Seguridad de Mauricio Macri, Patricia Bullrich- dictaminó que Nisman había sido asesinado.

Desde entonces, para el juez Julián Ercolini y el fiscal Edudardo Taiano, hay identificado un solo responsable: Lagomarsino, un empleado de la UFI AMIA, quien le proveyó el arma de la que salió el tiro mortal.

El técnico informático que podría haber sido el último que lo vio con vida es considerado partícipe necesario del presunto homicidio ocurrido nueve años atrás. Por el momento, no fue condenado ni estuvo preso.

En los últimos meses, el expediente se orientó hacia el mundo del espionaje que rodeó a la muerte del fiscal, quien falleció días después de haber denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento de Irán en el atentado a la AMIA.

En un comunicado posteado en la cuenta de la Oficina del Presidente, el Gobierno de Javier Milei recordó a Nisman como "un incansable defensor de la Justicia" y destacó su "compromiso por esclarecer la causa AMIA".

"A nueve años de su homicidio, la Oficina del Presidente conmemora el legado del fiscal Alberto Nisman, un incansable defensor de la Justicia cuyo compromiso por esclarecer la causa AMIA e impartir Justicia para las víctimas y familiares del atentado continúa siendo un ejemplo para todos los argentinos", sostuvo el texto.