Este miércoles comenzó el juicio oral por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, ocurrido el 1° de septiembre de 2022. Frente a esto, la expresidenta citó en su cuenta de X una publicación del ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Juan Martín Mena, en la que enumeró 10 puntos por los que considera que hubo un "encubrimiento" del ataque. "Más claro echale agua", afirmó la extitular del Senado.

Luego de calificarlo como "uno de los hechos más graves desde la recuperación democrática", el funcionario bonaerense apuntó: "Salvo honrosas excepciones, el silenciamiento mediático y de la dirigencia política resulta igualito al de jueces y fiscales que tienen la responsabilidad y obligación de investigarlo. Un liso y llano encubrimiento". 

TE PODRÍA INTERESAR: El Gobierno respondió a las críticas de Lula: "El Presidente no ha cometido nada de lo que tenga que arrepentirse"

En su primer punto, remarcó que "el contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, ocultando información imprescindible y estando en poder de la jueza". Además, señaló que "nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes (Revolución Federal, nuevo Centro Derecha, entre otras)", las cuales "nacieron meses antes, recibieron financiamiento político y desaparecieron al otro día". 

En tercer lugar destacó que "sus integrantes se paseaban y fotografiaban con Patricia Bullrich", que "asisten hoy al Congreso invitados por diputados del oficialismo" y que "recibieron decenas de millones de pesos de la familia Caputo los meses previos". 

Siguiendo la misma línea, aseguró que 15 días antes del ataque, "en una reunión virtual habían explicado cómo hacerlo" y que "un testigo oyó decir a Gerardo Milman, mano derecha de Bullrich, dos días antes 'cuando la maten voy a estar camino a la Costa'".  

"La Justicia esperó todo lo que pudo, esperó que lo sepa Milman y meses después le ordenó que entregue sus teléfonos. El contenido de sus celulares y de sus secretarias estaba completamente borrado. Es más, entregó un modelo de teléfono que salió a la venta tiempo después. A la jueza ni siquiera la ofende que le tomen el pelo", continuó. 

En el punto siete de su enumeración, el titular de la cartera de Justicia y Derechos Humanos bonaerense recordó parte del proceso judicial: "En mayo de 2023 una de las secretarias de Milman declaró que ella, el diputado y otra colega fueron citados en noviembre de 2022 en las oficinas de la Fundación de Patricia Bullrich, donde un experto en informática borró durante más de 4 horas los teléfonos de todos. La jueza y el fiscal decidieron no investigarlo".

"Estando preso, el atacante dijo por escrito que de su situación debía hacerse cargo Hernán Carrol", puntualizó, a lo que agregó que "la jueza otra vez se encargó de esperar hasta que él lo supiera". Además, sostuvo que el líder de Nueva Centro Derecha "compartió un viaje al exterior con el jefe de gabinete de Milman". 

"No se profundizó nunca sobre la vecina de CFK, Ximena Tezanos Pinto, quien los días previos deseaba que los kirchneristas que estén ‘presos, muertos o exiliados’, mientras hacía ingresar al edificio a los integrantes de Revolución Federal", cerró. 

Luego de enlistar los 10 puntos, Mena lamentó: "Si ante la mirada de 47 millones de argentinos y argentinas ocurrió este atentado y no se avanzó ni un ápice, cabe preguntarse qué justicia le quedará a cualquier ciudadano, que todos los días merece tener a resguardo su derecho a vivir".

"La única certeza que la sociedad argentina tiene respecto a este hecho es que hasta aquí un sector del poder judicial y del poder político no esclareció el intento de asesinato a las dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y lo que resulta aún más desesperanzador es que casi nadie cree que exista la vocación, la responsabilidad, el compromiso, y la ética necesaria para llegar a la verdad", sentenció.

Sólo tres imputados llegan a esta instancia, al menos en esta etapa, en calidad de acusados: Fernando Sabag Montiel, quien gatilló el arma en la cara de la entonces vicepresidenta; Brenda Uliarte, su pareja y quien lo acompañó aquella noche en las inmediaciones de la vivienda en Recoleta de la exmandataria; y Gabriel Carrizo, señalado como el jefe de los vendedores de algodón de azúcar, lo que le dio nombre al grupo como la banda de "los copitos".