A casi tres meses de la incursión terrorista del movimiento Hamas en Israel, que intensificó el conflicto del Estado judío con Gaza, la guerra en Medio Oriente parece no tener fin: los muertos de uno y otro lado ya suman 23.000, mientras que casi todos los 2,3 millones de habitantes del enclave palestino fueron desplazados de sus hogares.

En el último día del año, aviones israelíes intensificaron sus ataques aéreos contra el centro de la Franja de Gaza, algo que ya había anticipado el pasado sábado el primer ministro, Benjamin Netanyahu, al advertir en conferencia de prensa que las acciones militares de su Gobierno continuarán “muchos meses más”. A su vez, aseguró este domingo que la “guerra defensiva” de su Ejército es de una “moralidad sin igual”.

Según informó la agencia Noticias Argentinas, las contraofensivas sobre Al Maghazi y Al Bureij, en el centro de Gaza, dejaron ocho muertos en una casa y obligaron a muchas personas a huir a Rafah, en la frontera con Egipto, en una guerra que parece lejos de acercarse a su fin.

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El objetivo declarado del Ejército israelí es eliminar a Hamas, luego de que el grupo extremista atacara por sorpresa su territorio el pasado 7 de octubre, dejando un saldo de 1.200 personas muertas, en su mayoría civiles, y tomando 240 rehenes, de los cuales sólo algunos fueron devueltos en medio de un intercambio durante un cese parcial al fuego semanas atrás.

Desde inicios de octubre, tras la incursión de Hamas, el Estado gobernado por Netanyahu comenzó una contraofensiva sobre la Franja de Gaza, cuyas autoridades sanitarias aseguraron que los bombardeos aéreos y de artillería israelíes provocaron -hasta el momento- la muerte de más de 21.800 personas.

Palestinos se reúnen en un campamento de tiendas de campaña que da cobijo a personas desplazadas, en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, el 31 de diciembre (Foto: Reuters vía NA).
Palestinos se reúnen en un campamento de tiendas de campaña que da cobijo a personas desplazadas, en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, el 31 de diciembre (Foto: Reuters vía NA).

Según el ministerio de Sanidad palestino, que no distingue entre soldados y civiles, el 70% de los muertos de Gaza eran mujeres y menores de 18 años. Por su parte, Israel cuestionó las cifras y afirmó que asesinó a 8.000 combatientes.

A esto se suma la situación de los sobrevivientes, sumidos en una crisis humanitaria. Según el director para Gaza de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, el 40% de los habitantes del enclave palestino quedaron en riesgo de hambruna producto de la guerra y la falta de suministros, ya que Israel bloqueó la mayor parte de los alimentos, el combustible y los medicamentos tras el ataque Hamas del 7 de octubre.

Un soldado israelí mira su teléfono tras regresar de una operación terrestre del Ejército israelí en Gaza, cerca de la frontera (Foto: Reuters vía NA).
Un soldado israelí mira su teléfono tras regresar de una operación terrestre del Ejército israelí en Gaza, cerca de la frontera (Foto: Reuters vía NA).