Europa con récord de contagios: por qué las nuevas medidas no frenan la expansión del COVID-19
Los ciudadanos de los países europeos salen a las calles para marchar contra los toques de queda y los cierres de las actividades en pleno rebrote.
La segunda ola no le da paz a los países europeos. Las curvas de contagios por coronavirus crece día tras día sin parar. El COVID-19 está descontrolado y en expansión pese a los testeos masivos y las cuarentenas estrictas. Todavía no se explica la situación actual, dado que meses atrás, el Viejo Continente había mejorado el panorama.
Ninguna medida sanitaria resulta tan efectiva como para frenar las infecciones por el nuevo virus. A diferencia de lo que sucedió en Estados Unidos, donde nunca descendió la cifra de contagios, en Europa se vivió un verano en las playas, sin el uso obligatorio de barbijo y con la reactivación del turismo. Previo a eso, en marzo y durante dos meses se cerró casi todo.
Cuatro meses después de que se reabrieran todas las actividades, los positivos llegan a superar a la primera ola, aunque la tasa de mortalidad es más baja que a comienzos de año cuando apareció la pandemia del COVID-19. En la última semana, los nuevos casos llegaron al 41%, representan 10.400.000 de infectados y 278.000 fallecidos en total.
Ahora son más las personas hospitalizadas en los países europeos. Los sistemas sanitarios públicos colapsaron ante la gran cantidad de pacientes y la falta de equipos. En España e Italia se tuvo que elegir a qué enfermos se intubada, según su edad o padecimientos.
Ambos países sufrían el desborde del sistema sanitario y solo se diagnosticaba a los enfermos que llegaban al hospital. En esta segunda ola, el sistema identifica a pacientes con síntomas leves y asintomáticos. Por eso el aumento de positivos no va de la mano del crecimiento veloz de la mortalidad.
La estrategia de hacer testeos masivamente parecía ser la solución a los contagios, sin embargo, el virus continuó su expansión. Las enseñanzas que dejó la primera ola no son suficientes para frenar el rebrote.
En este momento, no existen métodos mágicos que paren las infecciones, las cuales se presentan en todos los Estados europeos sin distinción de ubicación, clima, situación socioeconómica y densidad poblacional. "Cuando los dirigentes actúan rápidamente, el virus puede ser frenado", sostuvo el director general de la OMS, Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa. Su declaración pone en el tapete una duda: ¿los dirigentes europeos actuaron a tiempo?
Caída de suposiciones
El coronavirus rompió con muchos mitos como que hay más contagios por el uso del transporte público, por vivir en edificios y en hogares donde viven más personas, según la situación socio económica entre países y dentro de los barrios.
Durante la primera oleada, España fue el país que más muertes y contagios acumuló. Sin embargo, las personas que viven ahí cuentan con 1,9 habitaciones per cápita, al igual que Dinamarca y Finlandia, que superaron mejor la primera ola.
En cambio, Alemania que cuenta tiene 1,8 habitaciones per cápita superó la primera ola mejor que España. Y esta lógica rota se evidencia con los países que padecieron más las consecuencias del COVID-19, pero que llamativamente son los que más habitaciones per cápita tienen en Europa. Ellos son Malta (2,2), Bélgica (2,1), Países Bajos (2,0) y Chipre (2,0).
Tampoco la sobreocupación de casas en Europa es determinante para la expansión del virus. Rumanía, Letonia, Bulgaria, Croacia, Polonia y Eslovaquia son en los que más personas viven en los hogares. Sin embargo, tuvieron pocos casos en la primera ola y con el rebrote saltaron los positivos.
En la segunda ola también se ve con menos intensidad la transmisión del coronavirus, pero está más extendida geográficamente. Los expertos aducen la menor intensidad a que algunos Estados europeos reforzaron los sistemas de salud y la capacidad de detección tras el desastre que vivieron a comienzos del año.
Asimismo, los especialistas consultados por el diario La Vanguardia consideran que las medidas más efectivas son las voluntarias y puedan mantenerse en el tiempo. Europa vive días de constantes marchas y movilizaciones en contra de las cuarentenas estrictas.
Virus sin fronteras
Este martes, Francia pasó a integrar el top 5 de países del mundo con más positivos: alcanzó los 1.419.295 infectados. Seguido por España con 1.240. 697. Ambos países son de los que más población tiene dentro de la Unión Europea, pese a sus pequeños territorios. Francia superó los 67.000.000 de habitantes, mientras que España tiene más de 46.000.000.
Los toques de queda y los encierros estrictos son la estrategia que aplican en estos días, en los que además enfrentan la nueva cepa del coronavirus, llamada 20A.EU1. De hecho, el primer ministro británico, Boris Johnson declaró que "no hay más alternativa" que un nuevo confinamiento para controlar los casos.
Las autoridades sanitarias del Reino Unido confirmaron este lunes 18.950 nuevas personas contagiadas de la COVID-19 y 136 muertes más. Se ubica en el puesto ocho del ranking de países con más casos (más de 1.005.000 contagios). Otro país golpeado por los rebrotes es Alemania, registró 15.532 positivos y 131 fallecidos este lunes.
España registró 379 muertes y 55.019 contagios desde el viernes pasado y se convirtió en un nuevo récord de positivos durante un fin de semana. "La situación en España sigue siendo muy mala", aseguró el jueves el director del Centro de Coordinación de alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. Y aclaró que casi todas las comunidades están en una situación de riesgo extremo o muy alto, excepto Canarias, Galicia, Cantabria, la Comunidad Valenciana y parte de las Islas Baleares.