Después de varias semanas en las que su salud fue centro de atención y preocupación, el Papa reapareció durante la celebración de la Pascua este domingo en el Vaticano, desde donde alertó en su mensaje sobre los "vientos de guerra" que "soplan cada vez más fuertes" en Europa y Oriente Medio, y pidió por el alto al fuego en Gaza, la liberación de los cautivos israelíes, así como también por un intercambio de rehenes entre Ucrania y Rusia.

En su alocución para la tradicional bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) del Domingo de Resurrección, en la que tradicionalmente resume los riesgos y desafíos que enfrenta la humanidad, y que brindó desde el balcón de la basílica de San Pedro, Francisco exhortó: "La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme".

En la misma línea, recordó a "las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania". Por ellos, pidió que "Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones".

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El papa instó entonces a "respetar los principios del derecho internacional" y que haya "un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania", y exclamó: "¡todos por todos!".

"Que se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza, exhortando nuevamente a la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre y a un inmediato alto el fuego en la Franja", agregó y puntualizó: "No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños".

Con respecto a los más pequeños en zonas de conflicto, subrayó: "Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan '¿Por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción?".

También instó a no olvidar a Siria, que lleva 14 años sufriendo batallas, o el Líbano, afectado desde hace tiempo por un bloqueo y una profunda crisis económica y social, todos problemas agravados por las renovadas hostilidades en la frontera con Israel e instó a continuar las conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán.

Asimismo, solicitó "consuelo a las víctimas de cualquier forma de terrorismo" y que se rece "por los que han perdido la vida e imploremos el arrepentimiento y la conversión de los autores de estos crímenes". También mencionó la situación en la región de los Balcanes Occidentales, Haití y Myanmar, entre otros.

La Misa de Pascua es una de las fechas más importantes del calendario de la liturgia católica, en la que se celebra lo que sus fieles creen que fue la resurrección de Jesús tras su muerte por crucifixión. Debido a recientes problemas respiratorios y los antecedentes de Francisco, a quien le extirparon parte de un pulmón cuando era joven, desde el Vaticano se decidió que la participación papal fuera menor este año, y que se concentrara sobre todo en la noche del sábado y la jornada central del domingo.

Francisco saluda desde el papamóvil a los miles de fieles congregados en plena celebración pascual (Foto: Reuters vía NA).
Francisco saluda desde el papamóvil a los miles de fieles congregados en plena celebración pascual (Foto: Reuters vía NA).

La semana pasada el Sumo Pontífice renunció a la homilía del Domingo de Ramos -el anterior al de Resurrección- y en el último momento decidió no asistir a la procesión del Viernes Santo en el Coliseo. El Vaticano explicó brevemente que la decisión se tomó para "preservar su salud".

La decisión pareció dar resultado, ya que Francisco pudo recitar las oraciones del largo servicio de la Vigilia Pascual del sábado por la noche, incluida la administración de los sacramentos del bautismo y la Primera Comunión a ocho nuevos católicos, y presidir la misa del Domingo de Pascua.

De acuerdo a la información brindada por la Santa Sede, unas 30.000 personas asistieron a la misa, y muchas más abarrotaron el bulevar de la Via della Conciliazione que conduce a la plaza. Tras una ajetreada Semana Santa, Francisco podrá recuperarse en calma, ya que no tiene programados grandes viajes al extranjero hasta dentro de varios meses.