A último momento, y en una decisión que causó sorpresa, el Papa Francisco anuló este Viernes Santo su participación en el tradicional Vía Crucis en el Coliseo de Roma. Rápidamente, la Oficina de Prensa del Vaticano informó que el motivo de la ausencia del Sumo Pontífice era la preservación de su salud.

Según destacaron los voceros eclesiásticos, el argentino Jorge Bergoglio siguió la ceremonia desde la Basílica de San Pedro, a fin de cuidar su salud de cara a "la Vigilia del sábado y la Misa del Domingo de Resurrección".

El Papa, de 87 años, ha sufrido algunos problemas respiratorios en el último tiempo. De todas formas, el pasado Jueves Santo presidió la misa en una cárcel de mujeres en Roma y el viernes por la mañana estuvo en la ceremonia de la Pasión en San Pedro.

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Al parecer, reaparecerá en público para presidir la Vigilia Pascual este sábado y el domingo celebrará la Misa de Pascua.

En esta última ceremonia, Francisco pronunciará su doble mensaje y bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón central de San Pedro, en donde se consumará la lectura de las meditaciones que escribió personalmente por primera vez en sus 11 años en el cargo.

En cuanto a su salud, a principios de marzo el Papa fue afectado por una bronquitis, dentro de una serie de problemas que lo obligó a realizar periódicamente controles de rutina. Cabe recordar que durante su infancia, en su Argentina natal, a Francisco le quitaron parte de un pulmón, lo que le genera algunas dificultades respiratorias.