Tras casi cuatro años de una polémica administración presidencial, los estadounidenses tendrán la oportunidad de decidir si Donald Trump continúa siendo presidente de los Estados Unidos. La controversia respecto a él que existió desde el comienzo de su campaña ha causado una grieta en la sociedad, por lo que hay mucha incertidumbre sobre las próximas elecciones.

Ahora se acercan las elecciones primarias, las que determina quién serán el candidato demócrata. Los candidatos están al pico de sus campañas: participan en debates, recorren el país y celebran encuentros para competir por la oportunidad de enfrentar a Trump en noviembre.

¿Cómo son las elecciones en Estados Unidos?

El proceso de elegir un candidato empieza con elecciones denominadas ‘primarias’, aquellas que deciden quién será el candidato republicano y el demócrata. Luego, los dos ganadores compiten en las elecciones generales de noviembre. Sería inaudito que Trump pierda las elecciones primarias de su partido, por lo que las generales de este año serán entre Trump y quien elijan los demócratas.

Es común tener muchos candidatos al principio que se retiran de la carrera cuando las encuestas muestran que tienen poca posibilidad de ganar. En las elecciones en curso, hubo 28 candidatos demócratas en un comienzo, y actualmente 12 permanecen en la carrera.

Los Estados tienen autonomía sobre las primarias, por eso los procesos y las fechas pueden diferir entre cada uno. Comienzan el 3 de febrero en Iowa y continúan hasta junio. Luego los dos partidos llevan a cabo sus convenciones nacionales, donde anuncian oficialmente su candidato nominado para las generales de noviembre.

Los candidatos principales

Joe Biden

Foto: Chip Somodevilla/Getty Images/AFP
Foto: Chip Somodevilla/Getty Images/AFP

Joe Biden es el exvicepresidente de Barack Obama, y el preferido del establishment demócrata, aquellos políticos que más influyen en las decisiones del partido y quienes controlan sus recursos. Este apoyo podría parecer un beneficio, pero el clima político actual en Estados Unidos es, justamente, muy contrario al establishment.

En 2016, una de las razones fundamentales de la popularidad de Trump fue su posición por fuera de este "círculo de influencias".

Biden fue bien visto durante su paso por la vicepresidencia, aunque como candidato recibe críticas por algunas políticas de la administración Obama, como la gran cantidad de deportaciones. Para los demócratas más radicales, su política es demasiado centrista.

Su plataforma se enfoca en reconstruir la clase media, similar a las políticas de Sanders que se centran en la redistribución de riqueza, aunque su versión es más moderada. Tiene éxito en las encuestas, pero falla en conseguir el apoyo ferviente que tienen otros candidatos como Trump o Sanders.

Bernie Sanders

Foto: Scott Olson/Getty Images/AFP.
Foto: Scott Olson/Getty Images/AFP.

Si Biden es el arquetipo del establishment, Bernie Sanders es el opuesto. El senador de Vermont se convirtió en una figura popular como el adversario principal de Hillary Clinton en las elecciones de 2016, en las que abrió la conversación política nacional a ideas más de izquierda. Empezó su larga carrera política de joven como activista, fue alcalde de Burlington, Vermont, y miembro de la Cámara de Representantes.

Conocido por su postura firme contra la desigualdad económica, su plataforma incluye apoyo a la educación universitaria gratuita, asistencia médica universal y una suba de impuestos a la riqueza. Sus partidarios elogian su autenticidad, compasión y una constancia de sus creencias políticas durante su carrera.

Pese a ser muy popular entre los jóvenes, su política se ubica mucho más a la izquierda que la corriente dominante en Estados Unidos, y esto podría ser el impedimento que bloquea su camino a la nominación.

Elizabeth Warren

Foto: Scott Olson/Getty Images/AFP.
Foto: Scott Olson/Getty Images/AFP.

Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts, es una candidata progresista con políticas similares a las de Sanders. Su candidatura no es tan polémica, pero muchos de sus partidarios no están tan apasionados como los de su oponente. Su plataforma se centra en un mensaje populista, con la intención de acabar con la corrupción política y restaurar la fuerza de la clase media y los ciudadanos ordinarios.

Aunque Warren y Sanders se consideran antiguos amigos, hay tensión entre los dos candidatos. En el último debate demócrata se cruzaron, cuando Warren lo acusó de haberle dicho en 2018 que una mujer no podía ganarle a Trump. Sanders negó haberle dicho eso.

La discusión, sin embargo, abrió el interrogante en las elecciones, si una mujer podría ganarle al actual Presidente. Warren dice sí, y declaró que será la primera presidente mujer de los Estados Unidos.

Pete Buttigieg

Foto: Win McNamee/Getty Images/AFP
Foto: Win McNamee/Getty Images/AFP

Pete Buttigieg sorprendió el partido demócrata con su rápida escala de popularidad, siendo que su única experiencia en un cargo político fue como alcalde de la pequeña ciudad de South Bend, Indiana. Veterano de la Marina, sirvió en Afganistán y es el primer candidato abiertamente homosexual en tener una campaña mayor en las elecciones presidenciales.

Más moderado que otros candidatos como Sanders y Warren, además de veterano, podría atraer votantes conservadores. Si bien no le alcanzan los números en las encuestas nacionales, es popular en Estados con las primeras elecciones primarias, que pueden afectar los resultados del resto.

Candidatos menores

Si bien los cuatro candidatos previos son los que más éxito tienen en los sondeos, hay otros que continúan sus campañas. Si bien es improbable que ganen la nominación, al participar en los debates pueden influir en asuntos de las elecciones. Además, la opción de tener tantos candidatos divide los votos y aumenta lo imprevisible de los resultados finales.

Michael Bloomberg, el antiguo alcalde de Nueva York, ingresó a la carrera el noviembre, más tarde que los otros, y subió lentamente en las encuestas. Está casi empatado con Buttigieg. Además de sus 12 años como alcalde, es director ejecutivo de su compañía Bloomberg L.P. y una de las personas más ricas del mundo.

La senadora Amy Klobuchar y Tulsi Gabbard son otras dos mujeres en carrera. Gabbard, sin embargo, es poco popular entre los votantes de su partido, ya que fue únicas demócratas que no votó a favor del impeachment de Trump.

Andrew Yang gana simpatía entre algunos votantes centristas, un pequeño grupo que se llaman “Yang Gang”. Y hay dos candidatos republicanos que continúan desafiando a Trump en las primarias, pero no son relevantes a los resultados finales.

Julián Castro, el único candidato latino, y Cory Booker, otro candidato que habló español junto con Castro durante el primer debate para conectar con los votantes latinos, se retiraron de la carrera. También la polémica Marianne Williamson, una escritora de autoayuda espiritual que llamó la atención con sus declaraciones de que "el amor es la fuerza que puede derrotar a Donald Trump".

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¿Quién puede derrotar a Trump?

Cuando se pregunta alguien por quién piensa votar, una respuesta común entre muchos votantes es “quien pueda vencer a Trump”. Sin embargo, aún no está claro quién será. De las encuestas surge que Biden es quien tiene la ventaja más grande, con una diferencia de 4.3 % a favor de él.

A la hora de contar los votos, algunos Estados son más importantes con respecto a otros frente a los resultados finales de las elecciones generales. Allí es donde Biden tiene la ventaja más alta, seguido de Sanders.

Foto: Spencer Platt/Getty Images/AFP.
Foto: Spencer Platt/Getty Images/AFP.

Biden se ve como la opción segura, con políticas moderadas y no muy polémicas. Sin embargo, se especula con que muchos votarían por él no por convicción, sino por votar contra Trump, lo que al final podría resultar insuficiente para derrotar al actual presidente.

Sanders, por el otro lado, es más polémico: tiene partidarios fervientes pero también opositores que desprecian su política de izquierda. Algo que puede jugar a su favor es que recibió el apoyo de Joe Rogan, el presentador de un podcast popular entre los conservadores, lo que demuestra que es posible que sumen votantes por fuera de sus simpatizantes.

Las encuestas muestran que los demócratas tienen alta probabilidad de ganar las elecciones. Sin embargo, las encuestas no predijeron que Trump ganaría el 2016, lo que hace imposible tener certezas sobre qué va a pasar.