En la previa del comienzo del 2019, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, arrancó las negociaciones de paritarias con el pie derecho y cerró a dos gremios por el 23% sin cláusula gatillo pero con una eventual revisión en el caso de que la inflación supere  el número. Se trata de los gremios de trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles y de los trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal.

El Gobierno se anota dos festejos antes de navidad. La cifra del 23% es la que defiende el ministro Nicolás Dujovne para garantizar el cumplimiento del presupuesto. El Poder Ejecutivo estima que en el 2019 habrá una mínima recomposición salarial después de un 2018 en donde el poder adquisitivo mermó en orden del 20%.

El año electoral obliga al oficialismo a dar algunas buenas noticias al electorado; es decir, aumentar salarios por encima de la inflación y esgrimir pocos aumentos de los servicios públicos, que también crecieron exponencialmente este año.

De una reunión participaron Dante Sica, los empleados de gimnasios y mutuales agremiados en la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) quienes estaban representados por su titular, Carlos Bonjour. El gremio pactó un aumento del 23% en cuatro tramos, para el caso de los empleados que prestan tareas en gimnasios: 7% con los haberes de junio de 2019, 8% en septiembre, 4% en noviembre y 4 % en enero de 2020. Además, se acordó una revisión del acuerdo, en noviembre, en caso de que la inflación supere la cifra acordada.

En el caso de la Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Fateryh), cuyo titular es Víctor Santa María -director general de grupo Octubre, dueño de Página/12- acordó un aumento por la misma cifra que Utedyc pero en dos tramos: 11,5% en en marzo y 11,5% en mayo, con revisión en julio de 2019.

Después de la salida de Jorge Triaca, con el cargo de secretario de Trabajo vacante pero ante la inminente designación de Lucas Fernández Aparicio, hombre de Guillermo Dietrich y de Dante Sica, el ministro de Producción gana poder dentro del Gobierno, que necesita controlar los conflictos sindicales pensando en las elecciones de 2019.