Pese a que el riesgo país marca niveles récord y que la tasa de interés del Banco Central se mantiene alta, el Fondo Monetario Internacional mantiene sus proyecciones y asegura que la economía argentina volverá a crecer a partir del segundo trimestre del 2019. La titular del organismo, Christine Lagarde, ata su suerte y la del FMI “progresista” a la economía de Mauricio Macri.

Para el organismo multilateral, la crisis económica del país acentuada por el impacto de la  causa de los cuadernos en la obra pública y la suspensión de los proyectos PPP -que estaban desde la última semana en manos del jefe de Gabinete, Marcos Peña- no impedirá que se cumpla la promesa del déficit cero para el año electoral.

El miércoles, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional aprobó el tercer desembolso para la Argentina por u$s 7600 millones, según informó el organismo esta tarde. Sumando este monto, el Gobierno ya recibió casi la mitad del préstamo del organismo (u$s 28 mil millones de u$s 57 mil millones).

El organismo asegura que la economía tocará fondo en los próximos meses pero que de todos modos la Argentina va por buen camino y la política monetaria está dando resultados y permitirá implementar las reformas necesarias estructurales para afianzar el crecimiento en el mediano plazo.

No obstante, reconoció que "la economía argentina aún se está contrayendo y sigue siendo vulnerable a los cambios en el sentimiento del mercado. Se espera que la actividad económica comience a recuperarse en el segundo trimestre de 2019".

Además, el board del organismo le pidió al Gobierno que no mantenga los subsidios energéticos ni aumente los salarios. “Será importante resistir las presiones en el sentido de mantener los subsidios a la energía y aumentar los salarios”, advierte el documento previendo que en un año electoral será difícil mantener a los gremios conformes, más aún si se tiene en cuenta que este año la pérdida del poder adquisitivo superó el 10% en promedio.

El Gobierno afrontará en 2019 un año difícil, ya que le llegarán demandas de todos los sectores: los trabajadores buscan una recomposición salarial, los empresarios e industriales abogan por la reforma laboral que prometió el macrismo y el sector financiero pide más ajustes para garantizar que la balanza de pagos no ponga en peligro los pagos de la deuda tomada por el presidente.

El cóctel en el contexto del año electoral obliga al oficialismo a distribuir el calor de la sábana corta pensando en los votos y no tanto en los ejes de campaña de Macri. En ese sentido, la reforma laboral seguramente será postergada hacia un eventual segundo mandato del líder del PRO, algo que hoy no está nada claro entre los informes que publican las consultoras privadas, que ven un escenario de paridad con la expresidente Cristina Kirchner.