En un comienzo de semana marcado por la implementación de los aranceles globales a las importaciones de Estados Unidos establecidos por Donald Trump, los mercados asiáticos se hundieron este lunes, al igual que las bolsas de Europa, mientras se derrumbaron los contratos a futuro generando grandes pérdidas en Wall Street. Este contexto también afectó a los papeles argentinos que cotizan en Nueva York.

Los rojos masivos en las pizarras se iniciaron en Asia y Oceanía y continuaron en Europa, en el anticipo de lo que fue un lunes negro que incluso afectó a las cotizaciones de criptomonedas como el Bitcoin y el Ether. Asimismo, las acciones argentinas que operaron en la plaza estadounidense se sumaron al desplome previo a la apertura de sesión. Entrada la tarde del lunes, hubo 11 de 20 ADRs activos, de los cuales varios sufrieron mermas, entre ellos: Central Puerto (-18,00%), Pampa Energía (-6,08%), YPF (-5,07%), Banco BBVA Argentina (-5,37%), Banco Macro (-4,13%), Cresud (-5%), Despegar (-4,33%), Mercado Libre (-3,87%), Tenaris (-2,71%).

Previamente, el índice Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 13,22%, en lo que marcó su peor sesión desde 1997; mientras que en Tokio, el Nikkei 225 cerró con un declive del 7,8%. Por su parte, la bolsa de Shanghái bajó un 7,34%, la de Taiwán un 9,7%, la de Seúl un 5,6% y la de Sídney retrocedió un 4,2%. El colapso bursátil se sintió en todos los sectores, desde el energético hasta el tecnológico, sin reparos.

Ese efecto negativo rápidamente contagió al viejo continente, donde las aperturas fueron en picada. Durante la madrugada de Argentina, el índice de Frankfurt caía un 6,5%, tras anotar pérdidas superiores al 10% en los primeros minutos de sesión. En tanto, el CAC 40 de París y el IBEX 35 de Madrid operaron con un retroceso del 5,5%, y el FTSE 100 de Londres se hundió un 4,7%.

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En el caso de la Bolsa de Osaka, por ejemplo, se adoptó una medida conocida como "circuit breaker" para suspender temporalmente las negociaciones tras bajas en los futuros del Nikkei 225 y del TOPIX que quebraron el límite de transacción.

En este marco, las órdenes de venta llegaron masivamente debido a los temores a una recesión económica mundial provocada por los llamados "aranceles recíprocos" impuestos por la administración del magnate republicano en Washington.

En la misma línea, los denominados "futuros de Wall Street" mostraban el impacto del pesimismo inversor. Cuando aún restaban más de tres horas para el comienzo de la jornada oficial en Estados Unidos, esos mercados registraron descensos importantes. El contrato de futuros del promedio industrial Dow Jones anotaba un rojo del 3,71%, mientras que el del S&P 500 fue del 3,89%. El del índice Nasdaq, cayó un 4,25%.

No obstante, las acciones dieron un vuelco en la pizarra estadounidense y cotizaron con ganancias en la primera hora de sesión.

El sábado entró en vigor un impuesto universal de la Casa Blanca a las importaciones del 10%, al tiempo que el miércoles próximo aumentarán los gravámenes a los ingresos comerciales provenientes de ciertas naciones, como los miembros de la Unión Europea (20%) y China (34%), tal como había anunciado Trump el 2 de abril pasado.

Ante la reacción adversa de los mercados, el magnate afirmó que las violentas caídas mostraban que la "medicina" de su oleada de aranceles estaba funcionando. "A veces tienes que tomar la medicamentos para arreglar algo", expresó a periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One mientras regresaba a la capital estadounidense tras pasar el fin de semana en su residencia de Florida. Los socios comerciales están "viniendo a la mesa" y "quieren hablar", agregó.