Con la profunda recesión que atraviesa el país y la severa caída del consumo, la preocupación que comenzó a aparecer en los primeros lugares de las encuestas de opinión, incluso sobre la inflación, es el derrumbe del empleo.

La fuerte baja del consumo, una de las razones del retroceso de la inflación, también hizo caer la actividad y se empieza a resquebrajar el mercado del empleo. Las empresas ajustan su oferta al nivel de demanda y crece la preocupación para la segunda mitad del año. 

Así lo refleja la Encuesta de Expectativas de Empleo correspondiente al tercer trimestre de 2024, que lleva a cabo Manpower y de la cual se desprende que se mantienen bajas las previsiones de contratación desde hace un año. Y así seguirán, al menos durante julio, agosto y septiembre.  

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Los datos fueron obtenidos tras encuestar a más de 700 empleadores argentinos, quienes reportaron una Expectativa Neta de Empleo (ENE) de +3% ajustado por estacionalidad, demostrando un aumento de 2% en la comparación trimestral y sin cambios en la interanual

La encuesta revela que el 36% de los empleadores planea aumentar sus dotaciones de personal, el 33% disminuirlas, el 28% no espera realizar cambios y el 3% restante no sabe.

"En comparación con otros países de la región, la expectativa de contratación en Argentina se mantiene estancada. Hace un año que nuestro país está perdiendo una oportunidad de oro de atracción de inversiones que sí la están captando los empresarios de otros países", afirmó Luis Guastini, director general y presidente de ManpowerGroup Argentina, y titular de Talent Solutions para Latinoamérica.

Además, agregó: "El factor decisivo para que una empresa invierta en Argentina no se basa necesariamente en el costo laboral, sino en la seguridad jurídica. Es muy difícil atraer inversiones cuando la legislación no es clara y hay altos niveles de conflictividad laboral".

Los expertos justifican esta situación en dos fenómenos: uno el ya descripto sobre ajustar la oferta al nuevo nivel de la demanda y otro en el aumento de la población económicamente activa. Se ha empezado a ver el fenómeno del empleado pobre, que tiene trabajo pero no le resulta suficiente para cubrir sus necesidades, por lo que otra persona del grupo familiar debe salir a buscar empleo.

Cabe recordar que se considera desempleado a aquella persona que está buscando trabajo y no lo encuentra. El que no lo tiene, pero tampoco busca, no califica como desempleado.

Según un informe de Epyca, la consultora del economista Martín Kalos, "todas las ramas de actividad redujeron sus puestos de trabajo. Principalmente, en línea con la caída en su nivel de actividad, por ejemplo la construcción disminuyó su empleo en -2,4% intermensual y -13,5% interanual. Si se contabilizara el empleo público y el privado no registrado, la caída sería sustancialmente mayor tanto en este sector como en general".

En base a los datos de SIPA para el último trimestre de 2023, la caída de empleo en los primeros 3 meses de 2024 representa alrededor de 58.000 puestos de trabajo, de los cuales alrededor de 11.000 son de pequeñas y medianas empresas.