La incertidumbre electoral y sobre cómo se desarrollará la política económica de acá a fin de año, sumado a los efectos de los movimientos que se produjeron los días anteriores al 22 de octubre, explican en gran medida el comportamiento del dólar en la última semana.

El blue, que llegó a un piso de $890, retomó la tendencia alcista en la víspera del jueves y recuperó $60 para cerrar a $950, valor en los que transitó en la previa a las elecciones generales. Asimismo, en las primeras operaciones de este viernes ya cotizaba a $955 y, finalmente, cerró la semana a $960.

“Los operadores continúan expectantes del escenario cambiario post balotaje en vista al atraso que se ha venido acumulando, la curva de futuros y la próxima finalización del 'dólar exportador', lo cual anticipa que podría llegar una nueva estrategia según sea el resultado electoral”, señaló el analista de mercado Gustavo Ber.

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El “overshooting” que se produjo en las 48 horas previas al 22 de octubre se fue corrigiendo en los días posteriores, dado que tanto individuos como empresas tuvieron que salir a recuperar pesos para sus obligaciones corrientes, situación que en parte motivó la caída.

Además, en los primeros días luego de la elección presidencial influyó la sensación de que se había disipado la chance de dolarizar. En cambio, dado que las últimas encuestas otorgan posibilidades de quedarse con la presidencia tanto a Javier Milei como a Sergio Massa, dependiendo de qué informe se consulte, los inversores vuelven a tomar posiciones en dólares para afrontar la posibilidad de que triunfe el candidato de La Libertad Avanza.  

Acerca de los dólares financieros, que son sobre los que interviene el Gobierno, Ber planteó que “continúan transitando una etapa de relativa calma, por lo cual siguieron desinflándose hasta la zona de $850, un nivel ya cercano al piso anterior que podría volver a ser testeado”.

“Ello despierta expectativas más cuando se percibe como excesivo y poco sustentable entre los operadores y así podría terminar activando próximamente una renovada búsqueda de cobertura por la elevada nominalidad de fondo”, agregó.

Un dato a tener en cuenta para el comportamiento del mercado de cambios es la decisión del FMI de no ponerle fecha a la revisión del acuerdo que debía hacerse este mes, ya que sin esa auditoría el Directorio del organismo no podrá habilitar el desembolso de USD 2.600 millones previstos para esta etapa.

Ese dinero está calzado con vencimientos de similar magnitud que operan en diciembre y el primer bimestre de 2024. Sin esos dólares, el próximo Gobierno deberá buscar alguna forma de financiamiento extra para no caer en default con el organismo.