Fiel a una agenda que mantiene desde hace años, Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, volvió a meterse de lleno en el tema del Impuesto a las Ganancias. En medio de una tensa interna oficialista y cuestionamientos por parte del kirchnerismo a Martín Guzmán, el líder del Frente Renovador (FR) le envió una carta al ministro pidiéndole que aumente el mínimo no imponible de $225.937 a $265.000 a partir de junio. ¿Cómo fue el recorrido del tributo durante la gestión actual?

Estado de la cuestión. Al asumir, y tras un incremento del 20% por parte del exmandatario Mauricio Macri, el presidente Alberto Fernández recibió el mando con un piso de $55.261 para Ganancias. Para los casados era de $64.145 y casados con dos hijos, de $73.104.

Pandemia. En julio de 2020, y a causa de la propagación del coronavirus, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) extendió hasta el 31 de agosto el plazo para que las personas humanas presenten sus declaraciones juradas informativas para el período fiscal 2019. Hasta finales de 2020, Ganancias alcanzaba a unas 2,3 millones de personas, que representan el 25,6% del total de los contribuyentes en relación de dependencia.

Segundo año. La actualización de 2021, calculada a partir del 35,38% del Ripte del año previo, llevó el mínimo imponible de los solteros a $74.810 a partir del 1 de enero; a $86.940 el de los casados; a $92.902 el de los casados con un hijo; y a $98.966 el de los casados con dos hijos. Con el nuevo piso, 300 mil trabajadores dejaron de ser alcanzados por el tributo.

Proyecto de reforma. Pocas semanas después, en febrero, Massa presentó una iniciativa para establecer un “nuevo piso” de $150.000 y las jubilaciones superiores a ocho haberes mínimos. El documento implicaba que 1.267.000 trabajadores y jubilados dejaran de pagar Ganancias, el 63,4% de los contribuyentes que eran alcanzados hasta ese entonces. “La reforma es una recuperación del salario para un millón de trabajadores”, afirmó en aquel entonces el líder del FR.

La reforma. En junio 2021, tras la aprobación de ambas Cámaras del Congreso, AFIP oficializó la medida. Fue retroactiva al 1 de enero de ese año, y la devolución se hizo en cinco cuotas.

Actualización. En septiembre de ese año, el Ejecutivo incrementó el piso de $ 150.000 a $175.000; y de $ 173.000 a $ 203.000, respectivamente. Al informarse la suba, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, afirmó que el objetivo del Gobierno era "mantener una población gravada por el Impuesto a las Ganancias cercano al 10% de los asalariados".

Casi se cae. En el último diciembre, con el rechazo del Presupuesto 2022, el presidente de la Cámara incorporó en el tratamiento de Bienes Personales un artículo que estableció la prórroga de la facultad conferida al Poder Ejecutivo para actualizar el mínimo no imponible a través del Ripte, que vencía a fin de año. En caso no haberlo hecho, muchos de los 1.300.000 de asalariados exentos, habrían vuelto a pagar el tributo.

Última actualización. Desde el 1 de enero, y a través del índice –que dio 50,6%–, la AFIP estableció la nueva escala, donde se dispuso que los salarios de menos de $225.937 brutos (alrededor de $187.000 de bolsillo o netos) no pagarían el gravamen.

La carta. Este viernes, Massa volvió a meterse de lleno en el tema. En una carta enviada a Martín Guzmán, y con la consigna del “alivio fiscal”, le pidió al ministro que actualice el piso, de $225.937 hasta $265.000 a partir de junio. "Es una obviedad que se actualizará el piso a partir del cual los trabajadores en relación de dependencia pagan Ganancias en función de la evolución de la inflación", contestó Guzmán en declaraciones periodísticas.