El armado del equipo económico de Javier Milei sigue sin definirse. Después de que el jueves pasado trascendiera que Luis “Toto” Caputo será el futuro ministro de Economía y que esta decisión motivó que Emilio Ocampo se bajara de su eventual designación como titular del Banco Central, este sábado fue Demian Reidel, el principal apuntado para ejercer ese cargo, quien respondió que no aceptará liderar la entidad emisora.

La noticia fue confirmada por el propio físico y economista a La Nación. “Hay un tema de diferencias de diseño de políticas y hay gente que eso lo puede hacer mejor”, destacó Reidel, quien fue vicepresidente segundo y miembro del Directorio del Banco Central entre 2015 y 2018, durante la gestión de Federico Sturzenegger.

“Pero estoy en los mejores términos con ellos. Yo apoyo 100% el Gobierno de Milei. Soy mileísta de la primera hora”, añadió el también exrepresentante del Banco Central en el G20.

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Un día después de que el libertario ganara el balotaje ante el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, Reidel se había manifestado eufórico en sus redes sociales, al afirmar que “ahora empieza la nueva historia de Argentina”.

El economista, de vasta trayectoria académica y profesional, y quien se autodefine como “desarmador de cepos”, había quedado como principal candidato después de que Ocampo, quien había sido designado hace semanas por Milei como futuro presidente del Banco Central, “con la misión de cerrarlo”, como señaló en campaña el ahora Presidente electo, no aceptara esa designación por diferencias con Caputo relativas a en qué momento dolarizar la economía, una de las principales promesas de La Libertad Avanza.

Al parecer, Ocampo pretendía una dolarización inmediata, mientras que Caputo se inclinaría por llevarla adelante en una segunda etapa, una vez resuelto el problema de las Letras de Liquidez (Leliqs).

En ese sentido, “Toto” Caputo se reunió este viernes con representantes de los bancos para avanzar con una salida para el enorme volumen de deuda en Leliqs que tiene el Banco Central. “Fue excelente el encuentro”, definió el economista.

El desafío de solucionar la "bola creciente" de Leliqs, que ya suman unos $23 billones, es central para la nueva administración, sobre todo ahora que la banca dejó de renovar ese instrumento ante la incertidumbre sobre cuál será el rumbo a seguir.    

Tras advertir sobre el desarme de esas letras que estaban haciendo los bancos por su cuenta, pasando a instrumentos de pases a un día, Caputo buscó tranquilizar a los banqueros y darles certezas. "No va a haber sorpresas: el ancla del programa es fiscal", les aseguró, en sintonía con las afirmaciones repetidas de Milei de que no se gastará más de lo que se recauda.    

En el encuentro participaron directivos de ADEBA (bancos nacionales) y ABA (bancos extranjeros). Al finalizar, Javier Bolzico, presidente de la primera entidad, sostuvo: “Fue una reunión en la cual intercambiamos opiniones sobre los desafíos de la economía y su forma de abordarlos. Fue muy positiva. Caputo puso énfasis en el equilibrio fiscal como base del modelo, y realizó un abordaje integral y de mercado de los pasivos remunerados del Banco Central. Su visión nos transmitió tranquilidad y confianza”.

El Banco Central adeuda unos $23 billones en Leliqs y renegociar ese pasivo es la principal tarea que Milei le encomendó a su futuro ministro de Economía. 

Más aún cuando en los últimos días el nerviosismo de los bancos se hizo palpable con el desarme de su tenencia en Leliqs -que vencen cada 28 días- por pases pasivos a un día. Si bien la tasa es levemente menor, supone un riesgo mucho mayor para la economía en caso de que el desarme de esos papeles no encuentre un cauce más o menos armonioso.