El Banco Central de la República Argentina (BCRA) subió $3 la cotización oficial del dólar este miércoles y reinició así un proceso de microdevaluaciones conocido como “crawling peg”. Esta herramienta financiera permite ajustar periódicamente -en pequeños incrementos o decrementos preestablecidos- los tipos de cambio controlados por la entidad monetaria.

El Gobierno Nacional había confirmado en la víspera la reactivación desde hoy de este mecanismo, con el que el ministerio de Economía pretende que el dólar aumente en forma paulatina, evitando saltos bruscos que impacten en el sistema de precios.

Sobre el valor que a diario administrará la autoridad monetaria, por ejemplo, se liquidan importaciones y se fija el precio del "Dólar Ahorro" y "Dólar Tarjeta", que se aplica para los gastos en moneda extranjera.

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El "crawinlg peg" venía siendo utilizado hasta las elecciones PASO. Pero, a partir de la devaluación del 17% del día siguiente, se congeló hasta este 15 de noviembre. 

A partir de hoy, el dólar oficial cotiza a $368,50 para la venta en el Banco Nación. En tanto, el dólar mayorista -que estaba cotizando a $350- pasó a un valor de $353,10

Desde ahora, el Banco Central fijará directamente su precio, aunque sin anuncios formales en cada jornada. De esta manera, el BCRA conserva la facultad de intervenir en la magnitud que lo crea conveniente en el mercado de cambios.

En principio, se esperaba que el ritmo de devaluación corriera al 3% mensual, pero los últimos datos de inflación hacen suponer que estará más cerca del 5%.   

Ir a la par de la inflación supone fogonear la suba de precios en un círculo vicioso peligroso, pero no hacerlo lleva a la acumulación de un atraso cuya corrección luego es mucho más complicada.   

La restauración del "crawling peg" a partir de este miércoles, luego del estancamiento por tres meses desde agosto, fue uno de los compromisos que Massa había firmado en la última reformulación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).   

El congelamiento del dólar buscó moderar el pass through (traspaso a precios) de la devaluación del 22%. Sin embargo, la inflación en agosto y septiembre se disparó por encima del 12%.